Poder abortar
El artículo de Juan Carlos Rodríguez Ibarra del 27 de marzo Poder abortar y no poder votar, aunque básicamente estoy de acuerdo con él, me temo que cae en la trampa que tienden la jerarquía católica y la derecha más reaccionaria: intentan presentar leyes que permiten, pero nunca obligan, como algo coercitivo, como si lo que pretendiera la ley es obligar a divorciarse, a abortar o a casarse a las parejas homosexuales.
Obvian así que lo que es coercitivo es precisamente lo contrario: la falta de ley de divorcio obliga a permanecer casados a quienes ya no pueden convivir, la falta de matrimonio homosexual impide a una pareja tener los mismos derechos que los demás, y la falta de ley de aborto obliga a tener hijos a quienes no lo desean.
No me seduce mucho la idea de que una menor de edad pueda decidir libremente abortar sin consentimiento de alguien mayor de edad, pero ese consentimiento no tiene por qué ser precisamente el paterno.
¿Qué podría hacer una adolescente de 16 años que no deseara o no le conviniera esa maternidad (a esas edades no le conviene a nadie) y se encontrara con unos padres retrógrados para los cuales sus principios están por encima del bienestar de su hija? ¿No debería tener al menos la posibilidad de recurrir a alguna instancia que le permitiera razonadamente decidir sobre su maternidad?
Para ello es necesario que exista la posibilidad legal de abortar sin permiso paterno.
Para entenderlo mejor voy a darle la vuelta totalmente a la situación: imaginemos una chica de 16 años que se ha quedado embarazada y quiere tener a su hijo, y los padres quieren que aborte. ¿Qué opinión en este caso debería prevalecer, la de la hija o la de los padres.
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