"La relación con Rusia ha mejorado"
Han pasado casi cuatro años desde que Polonia entró en la UE, 10 desde que ingresó en la OTAN y 20 años desde la caída del comunismo. Fue en 1989 cuando Radoslaw Sikorski regresó a su país desde su exilio en Reino Unido, donde se refugió durante una década para huir de la dictadura. Ahora, como ministro de Asuntos Exteriores, es uno de los candidatos (oficiosos) a relevar a Jaap de Hoop Scheffer como secretario general de la OTAN, aunque sus posibilidades se han visto reducidas en las últimas semanas. "La Alianza elegirá al mejor hombre para el puesto", afirma Sikorski, de 46 años, en una entrevista en la sede de su ministerio en Varsovia.
Tras el reciente Consejo Europeo, que Sikorski considera un éxito, una de las citas cruciales para Europa es la cumbre de la OTAN, que se celebrará el 3 y 4 de abril, y cuyo principal objetivo es fijar una estrategia para Afganistán. El ministro, que a finales de los ochenta trabajó para la prensa británica como corresponsal de guerra en aquel país, se muestra partidario de negociar con "algunos talibanes". Sikorski tiene previsto reunirse el miércoles en Madrid con su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos.
"La Alianza debería tener en cuenta a los candidatos de países del Este"
"La presidencia checa lo ha hecho bien, pese a las crisis del gas y de Gaza"
Pregunta. ¿Qué espera de la cumbre de la OTAN?
Respuesta. Esperamos que la Alianza adopte la Declaración de Seguridad. Tenemos un presidente nuevo en EE UU, que ha convertido Afganistán en prioritario. En Europa todos somos conscientes de que una mayor participación en el liderazgo, una mayor apertura de la Administración estadounidense a las consultas, lleva consigo una mayor responsabilidad. Algunos países ya han confirmado el envío de más tropas, incluida Polonia.
P. ¿Qué estrategia debe seguirse en Afganistán?
R. El objetivo es crear las condiciones en las que podamos retirarnos del país y dejarlo bajo el control estable de un Gobierno legítimo. Deberíamos tener siempre presente esta estrategia de salida. Aparte de esto, lo que sucede en Afganistán es el clásico modelo de contrainsurgencia. El componente militar es importante, pero insuficiente para conseguir que la mayoría de la población apoye el proyecto para estabilizar y democratizar Afganistán. Hay un factor que lo complica todo: la frontera con Pakistán. El Gobierno paquistaní no controla las áreas tribales, donde está Al Qaeda. Necesitamos una estrategia con varios elementos: debemos dar seguridad a Pakistán: que no lleguen amenazas de India; necesitamos persuadir a Pakistán para que despliegue más fuerzas para hacer frente a las amenazas internas de radicalismo y necesitamos más fuerzas en Afganistán, tanto militares como civiles, para contribuir al desarrollo del país. Este año y el siguiente son cruciales, porque habrá elecciones presidenciales y parlamentarias.
P. ¿La OTAN debe negociar con los talibanes?
R. Debemos acabar con el estereotipo de que cualquier afgano con un turbante y un arma es un talibán. Una parte de la población pastún de esas áreas puede que esté en contra del Gobierno afgano no por razones ideológicas, sino por otras razones, y puede que quieran reconciliarse con los planes para consolidar un orden constitucional en Afganistán. En principio, no tengo nada en contra de negociar con algunos talibanes. La mayoría de las insurgencias, la mayoría de las guerras civiles, terminan con consenso y a veces una amnistía. Tomar esa decisión depende de los afganos.
P. ¿Qué opina de la retirada de tropas de Kosovo por España? La prensa publicó unas declaraciones suyas en las que decía que no le sorprendía la decisión. "Eso es normal en España. Ya lo hizo en Irak, ¿no?", dijo.
R. Lo que dije en realidad fue que la cooperación con España en Irak fue tan positiva que lamentábamos que las tropas no estuvieran más tiempo en Kosovo. España es un socio de fiar y un socio amigo. Ciertamente, no me atrevería a comentar una decisión soberana de un país aliado. El Gobierno español puede contar con nuestro respaldo y comprensión en sus decisiones.
P. ¿El rearme anunciado por Rusia supone una amenaza?
R. Hemos mejorado nuestras relaciones con Rusia. Pero Polonia es un país fronterizo de la OTAN y seguimos con un mayor interés que otros los hechos que ocurren más allá de las fronteras de la Alianza.
P. La instalación en Polonia de parte del escudo antimisiles de EE UU, un proyecto que irrita a Moscú, está en duda con el cambio de Gobierno en Washington.
R. EE UU está en su derecho de revisar sus planes, de acelerar o desacelerar la financiación de sus programas militares debido a la crisis económica. Es comprensible que quieran probar la tecnología y que persigan el diálogo con Rusia, y puede que incluso con Irán si es posible. Seremos pacientes hasta que Washington termine la revisión de este programa.
P. Oficialmente usted no es candidato para el puesto de secretario general de la OTAN, aunque ha salido en todas las quinielas. ¿Le gustaría?
R. No he sido candidato ni lo soy. Pero en Polonia estamos convencidos de que la OTAN llegará a un acuerdo y elegirá al mejor hombre para el puesto.
P. ¿Se imagina a un secretario general de la OTAN procedente de un ex país comunista?
R. Somos miembros desde hace 10 años y deberíamos ser tratados como cualquier otro miembro. Cualquier candidato de nuestra región debería ser tenido en cuenta.
P. En la última cumbre europea, los líderes intentaron mostrar una imagen de unidad tras las brechas que ha abierto la crisis económica. ¿Cree que se han superado?
R. Creo que hemos progresado. Aprobamos una capitalización adicional para el Fondo Monetario Internacional de 75.000 millones de euros y 5.000 millones para seguridad energética. También aprobamos la nueva estrategia de asociación del este.
P. ¿Tiene miedo de que se produzcan más divisiones entre el este y el oeste? ¿O de que el proteccionismo se imponga en la UE?
R. Siempre habrá discusiones. Es natural. En relación a la crisis económica, tenemos una paradoja: algunos de los nuevos miembros han resultado ser mayores defensores de la economía de mercado, de las reglas de la libre competencia, que algunos viejos miembros.
P. Con 27 miembros y presidencias semestrales, la UE parece fuera de control. ¿Qué efecto tendrá la caída del Gobierno checo en medio de su presidencia?
R. Hay que recordar que ya hubo dos ocasiones en el pasado en las que dos Gobiernos cayeron en medio de su presidencia de turno. Ambos en Occidente: Italia y Dinamarca. Estas cosas pasan en política. En el último Consejo Europeo, la presidencia checa fue muy activa y ha tenido éxito hasta ahora.
P. Pero crecen las críticas a los pequeños nuevos miembros, con menos experiencia y medios.
R. Los checos lo han hecho bien, pese a las dificultades de las crisis del gas y de Gaza.
P. Veo que usted es bastante optimista en casi todo. Polonia es uno de los pocos países europeos que parece que pueden evitar la recesión. ¿Su Gobierno está a salvo de las turbulencias?
R. De momento, los sondeos siguen mostrando que tenemos un gran respaldo, cercano al 50% del electorado, así que deberíamos dar gracias por lo que tenemos.
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