Basagoiti elegirá al presidente de la Cámara evitando una pugna territorial

Antonio Basagoiti tiene ya en la cabeza tres nombres de entre los que el próximo lunes, tras escuchar las opiniones de todo el que cuenta en el PP vasco, elegirá a quien durante los próximos cuatro años ocupará el cargo público más relevante jamás desempeñado por un miembro de su partido en Euskadi: la presidencia del Parlamento de Vitoria. En su decisión final, que será personal, pesará fundamentalmente la capacidad para asumir el puesto y quien mejor pueda proyectar tanto la imagen de la institución como del propio partido. Y ello por encima del debate entre las aspiraciones de las tres organizaciones territoriales, según los distintos dirigentes consultados.

"Basagoiti no está pensando en equilibrios territoriales", apunta una de estas fuentes. "Vamos a colaborar y no a que cada uno construya su finca"; "no vamos a hacer de esto una guerra de bandas", indican otras dos personas con responsabilidades provinciales que han hablado en las últimas horas con el presidente del PP vasco. Basagoiti comenzó ayer sus consultas con los tres presidentes provinciales, a los que pide su opinión sobre el mejor candidato, independientemente de en qué territorio esté afiliado. El líder popular proseguirá su sondeo este fin de semana, en el que ha convocado además a su grupo parlamentario, y resolverá la incógnita el lunes tras una reunión de todos los pesos pesados del partido: el propio Basagoiti, sus números dos y tres, Iñaki Oyarzábal y Arantza Quiroga, respectivamente; los presidentes y secretarios generales de las tres provincias, y el portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda.

El PSE y el PP firmarán su pacto el martes o miércoles próximos

Todos los consultados coinciden en que, sea cual sea la decisión de Basagoiti, quien incluso con sus compañeros guarda completo hermetismo sobre los tres nombres que tiene en cartera, el partido al completo va a estar detrás del elegido (o la elegida).

Si el factor territorial no va ser determinante, tampoco el sexo o la competencia lingüística, aunque sean cuestiones a considerar. El PP, entre cuyos 13 parlamentarios sólo Laura Garrido domina el euskera, recalca que ninguna previsión legal ni reglamentaria obliga al presidente del Parlamento a conocer los dos idiomas cooficiales. "Hay que mostrar cariño hacia el euskera y voluntad, en su caso, de aprenderlo, pero tampoco le hemos pedido perfil lingüístico a López", ironiza un relevante dirigente provincial. La formación jurídica y el conocimiento de la Cámara pesarán también en la resolución.

Las quinielas, mientras, siguen circulando en el partido. "Hay opiniones para todos los gustos en cada territorio", apunta un miembro de la ejecutiva. Y entre esas opiniones se hallan las de quienes, lógicamente, quieren barrer para casa. "Álava ha sacado el doble de parlamentarios que Guipúzcoa y el peso en el partido en militantes y cargos es muy superior", se ha comentado en la sede de Vitoria, aunque su líder provincial, Alfonso Alonso, está entre quienes han transmitido a Basagoiti que no tiene sentido abrir una pugna territorial.

Los nombres más repetidos siguen siendo los de Laura Garrido y Arantza Quiroga. Ambas cuentan a su favor con ser mujeres, su labor en la Cámara y que encarnan, en especial la segunda en tanto que guipuzcoana, la nueva imagen del PP postsangilista. Otros dirigentes ponen en valor la amplia experiencia en la Cámara de Leopoldo Barreda, uno de los parlamentarios que mejor conocen el Reglamento y la tarea del Legislativo. Con menos posibilidades se cita a Carmelo Barrio y, en caso de que surgiesen "fricciones", al vizcaíno Antón Damborenea.

El PSE y el PP pulirán entre este fin de semana y el lunes su pacto político para la investidura de López con la intención de que sus respectivas delegaciones lo firmen en la tarde del martes o el miércoles próximos. Quedan varios puntos por discutir, "algún tecnicismo y alguna cuestión de contenido, pero no son insalvables", según fuentes de los negociadores. López y Basagoiti escenificarán su pacto con una reunión pública si es posible el mismo día 3, cuando se constituye la Cámara, y, si no, tras Semana Santa.