Confirmada la imputación a Xoán Gato por delito urbanístico

Ni prevaricación ni "trato de favor" a la promotora Construcciones Odeón. El ex alcalde de Narón, Xoán Gato, negó ayer ante el juez que el municipio que gobernó durante 23 años favoreciese a esta constructora, que levantó un gran centro comercial y un hotel anejo en el polígono industrial de A Gándara (Narón), y sobre el que ahora recae la sospecha de "graves irregularidades" urbanísticas.

Fuentes próximas a la investigación apuntan que, a resultas de la declaración de Gato y Xosé Manuel Blanco -actual alcalde de Narón y de Terra Galega (TeGa)- se abrirán próximamente nuevas diligencias. Éstas podrían derivar en nuevas imputaciones relacionadas con el urbanismo de Narón, y la existencia de incompatibilidades legales por acumulación de cargos con una red de tráfico de influencias.

Terra Galega expulsa a Gato tras conocer la decisión judicial

Los argumentos de Gato y de Xosé Manuel Blanco no convencieron al magistrado, Alejandro Morán Llordén, que mantiene contra ambos la imputación por un presunto delito contra la ordenación del territorio en la construcción del centro comercial Odeón (en la actualidad Dolce Vita) que arrancó en 2000. Entonces, Gato era el regidor de Narón mientras que Xosé Manuel Blanco dirigía la concejalía de Urbanismo. En la misma causa están imputados el ex arquitecto municipal Manuel Villar Álvarez por un presunto delito de tráfico de influencias, y la representante legal de Construcciones Odeón, que declaró por exhorto. El arquitecto, entonces jefe de los servicios técnicos del Consistorio, facturaba sus servicios a otras empresas, entre ellas la promotora que edificaba en Narón.

Xoan Gato achacó su imputación a una persecución personal con el ánimo de desprestigiarlo cada vez que se acercan elecciones y reprobó el "uso electoral de la justicia". El ex alcalde, tras prestar declaración durante hora y media, señaló que todas las decisiones urbanísticas adoptadas durante su mandato fueron avaladas por los servicios técnicos y jurídicos del municipio. "La misión de los políticos es no prevaricar y tenemos la conciencia tranquila", argumentó Gato, que insistió en precisar que los dos convenios suscritos con la promotora fueron "de urbanización, no urbanísticos", y "no se realizaron recalificaciones".

La investigación arrancó por la denuncia de un particular a la que se sumó el BNG. A finales de 2008, un informe de la Axencia de Protección de Legalidade Urbanística constató un exceso de edificabilidad en la parcela sobre más terrenos de lo permitido, donde se superaba la altura más de cinco metros, recortando viales y zonas verdes. El documento indicaba que los usos del suelo del centro comercial y el hotel no se ajustaban a lo estipulado el planeamiento urbanístico.

Gato fue expulsado ayer de TeGa al conocerse la decisión del juez. El partido apuesta por refundarse bajo unas nuevas siglas que "no arrastren este embrollo judicial", aunque matizó que la sentencia es recurrible.