Oferta para frenar el "espectáculo" de Caja Madrid

En la guerra dialéctica del Parlamento todo vale, y el de ayer fue un inesperado ensayo de debate sobre el estado de la nación en miniatura, con intercambio de golpes cruentos. Si Mariano Rajoy puso en cuestión la actuación del Gobierno respecto a las entidades financieras, nada mejor que responderle asestándole un varapalo a cuenta de la situación de Caja Madrid y las disputas entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.

Eso debió pensar José Luis Rodríguez Zapatero cuando acusó al líder del PP de "hipocresía" por querer darle lecciones sobre el sistema financiero español mientras su partido está dando un "espectáculo lamentable" en Caja Madrid.

"Los intereses partidistas, las ambiciones personales y las luchas fratricidas en el seno del PP están llevando a un espectáculo lamentable en la cuarta entidad financiera del país. Lo que pasa en Caja Madrid es muy grave y sólo lleva una firma: PP o los Partidos Populares de Madrid", le espetó el presidente del Gobierno al líder de la oposición.

Completó el ataque con una genérica oferta que no concretó: "Desde aquí le ofrezco la colaboración del Grupo Socialista para poner fin a la situación que se vive en Caja Madrid y en colaborar seriamente y con rigor para que se recupere la estabilidad institucional y se termine la politización y el interés y el juego partidista en Caja Madrid. El PSOE está dispuesto a hacer todo el esfuerzo necesario". Rajoy acusó el golpe en un asunto en el que no se le conoce posición y en el que navega entre las aguas de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. No citó a Caja Madrid y sólo acertó a referirse a la Caja de Castilla-La Mancha, pendiente de fusionarse con Unicaja. Pidió conocer la "situación de verdad" de esa Caja y que se exija responsabilidades al presidente de esta entidad, Juan Pedro Hernández Moltó.

Zapatero le pidió "responsabilidad para no alarmar a los ahorradores".