La economía creció en 2008 un 1,8%, seis décimas más que la española

Emilio Pérez Touriño, hoy presidente en funciones de la Xunta, revisó por segunda vez en septiembre del año pasado la previsión de crecimiento de la economía gallega para dejarla en un 2%. Estuvo cerca. Los datos del último trimestre del año, que completan la serie de 2008, ponen de manifiesto que el PIB avanzó un 1,8%, seis décimas más que la media española. La mala noticia es que, entre octubre y diciembre, el crecimiento con respecto al trimestre anterior fue negativo, del 0,2%. Esto quiere decir que la recesión está a la vuelta de la esquina, puesto que los expertos creen que en el mejor de los casos, la economía seguirá cayendo hasta junio.

Según la información difundida por el Instituto Galego de Estatística (IGE), casi todas las ramas de actividad tuvieron un comportamiento desfavorable. La evolución de la industria, en sintonía con la progresión del Índice de Producción Industrial, fue una de las peores, con una caída del 8,2%. El pinchazo de la construcción no resultó ser tan fuerte en la recta final del año pasado: descendió un 3,8% debido, sobre todo, al menor tirón de la edificación residencial. El único sector que aguantó fue el de servicios, que creció un 3,3%.

La actividad industrial sufrió una fuerte contracción en el último trimestre

"No es un mal dato", apunta Santiago Lago desde el departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo. "Galicia ha entrado en la senda de un mejor comportamiento que la media nacional. En términos comparados, somos una de las comunidades autónomas que menos sufrimos la crisis".

Las proyecciones que hacen distintos analistas sobre el crecimiento en los próximos años son muy prudentes, teniendo en cuenta, como señala el servicio de estudios del BBVA, que "estamos entrando en la fase más intensa del ajuste económico". Con una construcción residencial "menos hipertrofiada", que en otras comunidades, los economistas creen que Galicia podrá mantener ese diferencial positivo gracias a la inversión en obra pública por las inversiones del Estado, los fondos europeos y a través de los presupuestos de la Xunta para este ejercicio.

En todo caso, la demanda interna de bienes y servicios está en sus horas bajas. Donde sí se observa una mejora es en la contribución del sector exterior a la economía, según los datos del IGE.

Pese a que otras comunidades autónomas dieron a conocer tasas de crecimiento hace semanas, el dato gallego se ha hecho público dos días después de las elecciones. Oficialmente, el Instituto Galego de Estatística fijó su calendario de difusión de cifras en el mes de noviembre, antes de que se anunciara la fecha de los comicios. Desde principios de febrero, cuando Cataluña hizo público, a través de su conseller de Economía, el crecimiento de PIB en el último trimestre de 2008, Valencia, Andalucía, Cantabria o el País Vasco, esta última también en período electoral, han ofrecido este dato.

Casualidad o no, lo cierto es que el año pasado el crecimiento de la economía gallega se conoció el 18 de febrero y no en marzo, según el dato adelantado ofrecido por el IGE. En aquella fecha, el presidente de la Xunta estimaba que no había motivos para el "catastrofismo", ya que la economía gallega vivía "uno de los mejores momentos de su historia", con tasas de crecimiento del 4%, superiores en dos décimas a las que presentaba el conjunto de España.