Picasso no se vende en la subasta de Saint Laurent
Una obra de Matisse bate el récord en 32 millones de euros
Bajo la cúpula enorme de vidrio y metal del Grand Palais de París comenzó ayer la gran subasta puntual, a las siete de la tarde. Cerca de 1.200 marchantes, coleccionistas, aficionados galeristas y directores de museo, sentados en un lado. El director de la casa de subastas de Christie's de París, con el martillo en la mano, de pie, en el otro. En liza, las obras de arte más valiosas de la colección de Yves Saint Laurent y su socio y pareja durante tantos años, Pierre Bergé: De cuadros de pintura moderna a esculturas rabiosamente contemporáneas.
A las puertas de la casa de subastas, una flota de Mercedes con chófer anunciaba al paseante desinformado que algo gordo se cocía dentro. Y en el interior del palacio, una pregunta: ¿Influiría la crisis planetaria en este exclusivo mercado de los más ricos entre los ricos?
El lote 35, con una escultura de Brancusi, era el más esperado
A juzgar por el primer cuadro millonario que se subastó, no mucho. Fue una pintura de James Ensor, que los expertos habían catalogado en tres millones de euros, como mucho, y que acabó en manos "del señor del fondo", según el director de la subasta, por algo más de cuatro millones. Muchos de los presentes no necesitaban alzar la mano para informar al subastador de que subían la puja. Se conocen tanto de otras subastas que bastaba un leve movimiento de mano o un levantarse las gafas para elevar la puja.
Hubo un duelo de dos aficionados decididos a llevarse una obra de Marcel Duchamp, catalogada en un millón y medio de euros, que acabó, a golpes de 100.000 euros, en 7,9 millones y un aplauso de la sala, conmovida por la manera resuelta de pujar de los dos contendientes.
El lote 35 era muy esperado. Se subastaba la escultura de Constantin Brancusi Retrato de Madame L. R. Constituyó la primera gran obra de arte adquirida por Saint Laurent y su compañero Bergé. Estaba tasada en 20 millones de euros. Alguien por teléfono la adquirió por 26 millones. Otro aplauso y otra respuesta de que la crisis no afecta mucho a este mercado. Al contrario. Hay quien sostiene que cuando los bancos se vuelven inseguros los ricos se vuelven hacia el arte contemporáneo.
La subasta prosiguió superando los precios previstos en casi todos los lotes. Llegó el cuadro, en principio, más caro: Instrumentos de música sobre una mesa, de Picasso. Partía en 25 millones y no se vendió, después de una puja decepcionante en la que participaron pocas personas. Nadie se lo explicaba. Pero el mundo de las subastas planetarias es así de voluble.
Una obra del francés Henri Matisse, que se vendió en 32 millones de euros, se convirtió en la estrella de la primera subasta de la colección Yves Saint Laurent y Pierre Bergé. Les coucous, tapis bleu et rose, una naturaleza muerta pintada en 1911, batió el récord.
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