La Bolsa no encuentra soportes

Los crecientes problemas del sector financiero se han instalado en los mercados de valores con la amenaza de ser definitivos, no tanto por su duración, como por sus consecuencias.

Para muchas entidades la única opción que se contempla como solución viable es la intervención, o nacionalización, y ya hay países que elaboran leyes para poder efectuar esa intervención que evite, en plan formal, la quiebra de alguna entidad y un mayor deterioro de la confianza en el sector, esta vez no por parte de los inversores, sino de los usuarios.

El Ibex 35 ha caído en esta semana el 8,01% para cerrar en 7.603,60 puntos. A pesar de la cuantía del descenso, esta no es la peor semana del año, pues en el mes de enero se llegó a perder el 8,08%.

Con esta caída, el mercado ha puesto a prueba los soportes y la capacidad de los analistas para encontrar alguno capaz de aguantar el chaparrón, algo que por el momento no se ha conseguido.

La cuestión de fondo en los mercados continúa centrada en el avance de la crisis y en el posible momento en que pueda agotarse por sí misma, ya que las esperanzas en los planes de apoyo son cada vez menores. En este sentido, las ayudas para los ciudadanos con hipotecas en Estados Unidos apenas han tenido efecto alguno en el mercado, en buena parte porque resulta difícil cuantificar su impacto en las cuentas de las entidades.

El lastre en que se han convertido las entidades financieras puede calcularse por la velocidad con que los inversores se han desecho de sus títulos en los últimos días. En el mercado español, las acciones del Banco Santander han caído el 13,99%, BBVA perdió el 15,65%, Banco Popular el 19,59%, Banco Sabadell el 14,47% y Corporación Mapfre el 13,49%. Bankinter parece quedar un tanto al margen al bajar "sólo" el 9,49%.

Las soluciones que manejan los responsables de algunas entidades para hacer frente a sus problemas empiezan a no gustar a los inversores, sobre todo si se les pide que renuncien al dividendo o que lo reinviertan en acciones. Las emisiones con el aval del Estado empiezan a ser una solución "normal" para reforzar el capital de las entidades, sin que por el momento haya una opinión amplia en el mercado sobre esa opción.

La situación económica entró el pasado viernes en una nueva fase, tras conocerse el IPC de Estados Unidos para el mes de enero, con un crecimiento mensual del 0,3% y la caída de la tasa interanual a "cero", lo que sitúa a aquella economía a las puertas de la deflación.

El descenso de la producción industrial en ese mismo mes, junto con el retroceso de la capacidad utilizada hasta un nivel desconocido en 25 años, vienen a sumarse a los problemas causados por el sector financiero y justifican el desánimo de la mayoría de los inversores, que se ha traducido en un notable descenso de la contratación.