Las orejas del lobo de Fertiberia

Los trabajadores de Fertiberia (empresa de fertilizantes del Polo Químico de Huelva) retoman la rutina en la planta, ubicada en la avenida de Francisco Montenegro, cada mañana sin que nada, desde fuera, haga pensar que sobre la factoría se cierne la sombra del cierre. Los rostros de los operarios son otra cosa. La preocupación que se ha instalado en sus semblantes en los últimos días les delata. "Incertidumbre es la mejor palabra que define nuestro estado de ánimo", comenta Gregorio Gil, de 52 años, a la puerta de la empresa. Gregorio Gil se encarga de supervisar los métodos de fabricación y de emisiones a la atmósfera. Lleva 35 años en la fábrica. "Cumplí aquí mi mayoría de edad. Toda una vida", afirma con inquietud.

La empresa vincula su continuidad a seguir vertiendo fosfoyesos al mar

La comunicación emitida por la Dirección General de Costas a Fertiberia de que tiene que cesar los vertidos a las marismas en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional, que considera caducada la concesión administrativa para depositar los residuos de fosfoyesos en una zona que es de dominio público marítimo-terrestre, ha sumido a los 370 empleados de la planta en una "inseguridad asfixiante". Los operarios ven cercanas las orejas del lobo. La empresa ya ha advertido que le resulta "inviable" proseguir con su proceso productivo, si no se renueva la concesión. Las orejas del lobo, con la que se enfrentan a diario estos trabajadores, se traduce en el temor a una clausura de la fábrica. Eso los precipitaría al abismo del paro. "Para muchos de nosotros es el único empleo que conocemos. Si esto cierra sin orden será un drama lamentable", señaló Manuel Pérez, de 51 años, presidente del Comité de Empresa. "La mayoría de los empleados tenemos una edad difícil para buscar trabajo", remarcó. "¿Dónde vamos con cincuenta y tantos años?", preguntó. La media de edad de los operarios de Fertiberia oscila entre los 50 y 55 años. Hay dos palabras inseparables de los labios de Manuel Pérez, "miedo" y, de nuevo, "incertidumbre". Desde las 8.00 hasta las 20.00 (cuando finaliza la jornada laboral) ambos conceptos se instalan en la factoría como una nube negra amenazante.

En la caída no irían solos. Como si fuera una alfombra de la que se tira con fuerza, el cierre de Fertiberia comportaría el desplome de Atlantic Copper, de Foret y de Nilefós, empresas que conviven en el mismo tejido industrial. En total, la clausura de la fábrica supondría la pérdida de 6.000 empleos entre directos e indirectos. La interrelación entre las fábricas del Polo Químico es tan estrecha que, en palabras del presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas (AIQB) "la desaparición de una de ellas significaría un profundo desajuste que podría hacer que alguna de las afectadas entrase en una crisis económica irrecuperable".

Antonio de la Vega, director de Recursos Humanos de Atlantic Copper expresó la preocupación de su empresa ante el cierre de Fertiberia, su principal cliente de ácido sulfúrico. "Si se produce un cierre no planificado, sin tiempo para prepararnos, tendríamos serios problemas para colocar en el mercado nuestro producto (400.000 toneladas al año)".

Fertiberia supone el 17% del total de 3.100 empleos directos que genera las 15 empresas de AIQB. Esta asociación genera entre directos, indirectos e inducidos un total de 15.000 puestos de trabajo, lo que supone un 10% del empleo y del PIB provincial. La industria representada en este colectivo ha sido una "sólida fuente de mano de obra, excelentemente remunerada y de calidad", afirmó Gerardo Rojas. Estas industrias generan una facturación de 6.500 millones de euros con un valor añadido de 800.000 euros. Una aportación importante teniendo en cuenta el bajo nivel de renta de la provincia. La última cifra conocida del paro referente al mes de enero de 2009 arrojó la cantidad de 43.000 desempleados. Rojas añadió: "Este sector ha conocido su primera crisis este año". La evolución del paro en el sector industrial refrenda esa afirmación. En enero de 2008 el número de parados en la industria era de 1.860 personas. La cifra ha subido a 2.531 en enero de 2009 (671 parados más) un 36,08%.

Las esperanzas de los trabajadores de Fertiberia están puestas en la reunión que las Administraciones, central y autonómica, tienen previsto mantener esta semana con la empresa para que el cierre de la fábrica pueda ejecutarse de forma ordenada con el horizonte del 2012. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, recalcó que abogaba por un cierre "gradual que permita recolocar a los trabajadores y limpiar las balsas de fosfoyesos".