Las 10 cajas catalanas adquieren inmuebles por 1.830 millones

Las 10 cajas catalanas han empezado el año cargadas de ladrillo. Y a lo largo de este año, su cartera inmobiliaria va a ir a más. Los particulares que no han podido devolver sus créditos hipotecarios y los promotores que han quedado pillados en el actual parón han conseguido librarse de parte de sus deudas cediendo sus inmuebles y suelo a las entidades financieras que les habían prestado dinero. En 2008, las cajas de ahorro catalanas han adquirido activos inmobiliarios por un valor total de 1.832,1 millones de euros, suma agregada de todas las adjudicaciones anunciadas en los últimos días por estas entidades durante sus respectivas presentaciones de resultados del año pasado.

Es Caixa Catalunya la que ha adquirido activos por un mayor importe, 600 millones de euros. La segunda caja catalana es la que terminó 2008 con un mayor nivel de créditos morosos (un 5,28%) del resto de las entidades catalanas. Por importe de activos adquiridos, le siguió La Caixa, con 550 millones, pese a que su nivel de morosidad es bastante inferior, por debajo de la media del sector (2,48%). Caixa Penedès, Caixa Tarragona y Caixa Terrassa -con tasas de mororosidad por encima del 3%- se adjudicaron, de más a menos, numerosos activos. Las distintas entidades han hecho hincapié en que se trata de activos buenos.

Si no se hubieran hecho con esos activos, los índices de morosidad habrían sido aún mayores. Que irán a más está claro: de ahí los mullidos colchones de fondos que las cajas han apartado en previsión de que los impagos sigan su escalada durante este año. Este colchón de dotaciones supera los 3.000 millones de largo y es el argumento esgrimido por las cajas para explicar que su beneficio neto haya bajado el 32%.

La caja que puede alardear de menos créditos dudosos es Caixa Manresa, tanto si se calculan sobre el total de su activo como sobre el total de su inversión crediticia (el 1,41% y el 1,82%, respectivamente). La entidad que dirige Feliu Formosa ganó 26,3 millones, el 36% menos que en 2007. Este resultado no sólo se debió a los 14,7 millones destinados a dotaciones (poco con relación al sector), sino sobre todo a la menor aportación de las participadas no financieras (inmobiliarias, con signo negativo) y por la ausencia de resultados atípicos. Su beneficio recurrente aumentó el 2,42%, hasta 29,6 millones. Formosa y su presidente, Valentí Roqueta, defendieron el modelo catalán de cajas y las bondades de que continúe habiendo 10, frente a los cantos de sirena de las fusiones en las que ha entrado la propia patronal de las cajas, la CECA.