Menos fiestas y más reuniones

Un ejército de especialistas en el móvil ha tomado Barcelona para participar desde hoy en el mayor congreso de teléfonos del mundo, pero en esta edición se han apretado el cinturón: menos comidas, menos fiestas y menos días en la ciudad. La euforia de ediciones anteriores se ha rebajado. Sin embargo, aumentará el número de reuniones.

"El sector está afectado por la crisis, pero muchísimo menos que otros. Los abonados al móvil siguen creciendo", dice Françoise de Valera, directora de la organización.

Unos 50.000 congresistas, 5.000 menos que el año pasado, procedentes de 200 países tomarán Montjuïc hasta el próximo jueves para debatir sobre el futuro del móvil más allá de la crisis económica. Sin embargo, y a diferencia de ediciones anteriores, muchos abandonarán la ciudad el jueves. "Hemos notado un pequeño descenso en las reservas hoteleras y también un recorte en la estancia en Barcelona, aunque estamos convencidos de que el número de profesionales será parecido al del año pasado", explica Pere Duran, director de Turismo de Barcelona. La media de pernoctaciones será de 4,2 días, frente a los 5,5 días de ediciones anteriores.Uno de cada dos participantes en la cuarta edición del Mobile World Congress en Barcelona es consejero delegado o director general de una empresa de telefonía. "Las empresas se han mostrado más selectivas al decidir a quién envían a la feria", asegura Françoise de Valera, directora de la organización del congreso. "Queda alguna habitación pero no muchas. En las afueras de Barcelona sí que han bajado los precios, pero los que reservaron en 2008 para 2009 no se han beneficiado de las tarifas más bajas", añade.

El nivel de ocupación hotelera previsto para esta semana es del 95%. La feria ha aumentado en número de expositores -de 1.200 a 1.300- y en espacio -59.150 metros cuadrados frente a los 51.600 del pasado año-. Participan en el congreso 80 empresas españolas, una decena más que en 2008, y 37 catalanas.

Los restaurantes han visto cómo el maná que suponía la feria del móvil ha descendido. "Los restaurantes han notado que las empresas están recortando gastos y se vuelven más exigentes. Están mirando hasta la última peseta", afirma Gaietà Farràs, presidente del Gremio de Restauración de Barcelona. Un ejemplo es el grupo Tragaluz. Su director general, Tomás Tarruella, explica: "Durante la semana del 3GSM en todos los locales se registraba un lleno absoluto. Incluso semanas antes, era difícil encontrar mesa. Este año se repiten las previsiones positivas, pero sin la euforia de las ediciones anteriores".

La organización del congreso ha puesto especial en interés en solucionar dos temas que edición tras edición suscitan críticas: los taxis y la seguridad. En el centro del recinto ferial se instalará una oficina de denuncias y en la entrada, un módulo de información policial; además, funcionará una segunda parada de taxis en la calle de Rius i Taulet.

Spacey sustituye a Redford

Dos momentos son clave en el Mobile World Congress: la cumbre de líderes y los actores internacionales que desfilan por la alfombra roja de Montjuïc. Si el año pasado Robert Redford cautivó a la escasa presencia femenina del congreso, este año le toca al actor Kevin Spacey. Tanto uno como otro promocionan el cine en la pantalla más pequeña. Spacey actuará el jueves. El otro momentazo ha ocurrido esta mañana en el Palacio Nacional: una cumbre de líderes formada por 400 delegaciones ministeriales y consejeros delegados debaten hoy a puerta cerrada sobre la estrategia del sector del móvil para el año que viene.

Con cuentagotas, los profesionales del sector del móvil llegaban ayer al recinto ferial. "Como todo está tan mal, esperemos que como mínimo los móviles nos animen un poco", comentó un taxista.