Prohibido publicar imágenes de la madre del rey Mohamed VI
La policía marroquí registra la revista 'Al Ayam' y requisa las fotos
Nouredin Miftah, el director del principal semanario marroquí en árabe, Al Ayam, pidió por escrito al palacio real la autorización para publicar algunas fotografías de la madre del rey Mohamed VI, Lalla Latifa, y de la abuela, Lalla Abla. Ambas son personas casi desconocidas para los marroquíes porque nunca sus esposos, los reyes Hassan II y Mohamed VI, aceptaron que fueran retratadas para salir en la prensa.
Miftah no recibió una respuesta escrita a su solicitud, pero el martes por la noche, el director de la Brigada Nacional de la Policía Judicial y una veintena de agentes se presentaron en la sede del semanario con un mandato judicial para registrarla y detener a su máximo responsable y a su redactora jefa, María Moukrim.
Ninguno de los dos estaba allí. Ocho agentes se dirigieron entonces al domicilio de la periodista para apresarla mientras que los demás recurrieron a una técnica de triangulación para averiguar de dónde partían las señales del móvil de Miftah, según informa la prensa marroquí. Le localizaron en casa de un amigo y allí le echaron el guante.
El director y su redactora jefa fueron interrogados esa noche y al día siguiente y asistieron además a un segundo registro de la sede de Al Ayam. La policía se incautó, por fin, de las famosas instantáneas. Estas habían sido entregadas a María Moukrim, en París en 2005, por el nonagenario François Cléret, el médico francés de Mohamed V y también de Hassan II al principio de su reinado.
"La policía ha trasladado el resultado de sus pesquisas al fiscal del rey y éste debe decidir ahora si nos procesa", explica Moukrim, premio nacional de periodismo en Marruecos, en conversación con este corresponsal. Ella y su director ya fueron condenados, en noviembre de 2005, a cuatro meses de cárcel -no llegaron a ingresar en prisión- y a 100.000 dirhams (9.500 euros de multa) por "publicar sin autorización fotos de miembros de la familia real".
Un decreto de 1956, año de la independencia de Marruecos, somete a autorización previa la publicación de fotos del rey y sus familiares aunque no se aplica cuando las instantáneas son distribuidas por la agencia oficial MAP. Para cumplir con la ley y no volver a ser juzgados, como en 2005, el director de Al Ayam pidió permiso por escrito, pero el resultado fue casi peor.
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