El extraño fin del Doctor Muerte
"La última vez que vi a mi padre fue muerto en una cámara frigorífica de El Cairo en 1992", dice el hijo del criminal nazi
Aribert Heim, Doctor Muerte, el criminal nazi más buscado, está muerto. Lo asegura su hijo Rüdiger, de 53 años, quien después de negar cualquier contacto con su padre confiesa haberle asistido en 1992 durante las últimas semanas de vida en su escondite de El Cairo (Egipto). "La última vez que le vi fue muerto en una cámara frigorífica de un hospital universitario de El Cairo, adonde le llevé por su expreso deseo. Quería que su cuerpo fuera utilizado por la ciencia. Fue una odisea encontrar un hospital donde aceptaran el cadáver", declara a EL PAÍS en una conversación telefónica desde su casa en Baden-Baden (Alemania).
El carnicero de Mauthausen, donde permanecieron presos unos 8.000 españoles, padecía un cáncer de colon y, según el relato de su hijo, murió en su habitación el 10 de agosto de 1992 mientras veía en la televisión la clausura de los Juegos Olímpicos. "Estaba muy enfermo y se durmió", dice Rüdiger.
"Huyó en coche en 1962 y estuvo en España camino de Marruecos"
Si se confirma el fallecimiento, su familia heredará 716.000 euros
El irónico deseo del Doctor Muerte, acusado de torturar y matar a más de 300 prisioneros con los que practicó horribles experimentos médicos, no se cumplió. Su hijo asegura que su cadáver nunca fue utilizado porque las leyes islámicas lo prohíben. "No se pudo hacer porque él se había convertido al islam. Hubo un juicio y se dio la orden oficial de enterrarlo en un cementerio de anónimos. Cuando tres años después volví a El Cairo no pude saber dónde le enterraron. No conozco dónde está enterrado. Sólo sé que ordenaron que fuera a un cementerio de gente pobre".
La policía alemana señaló ayer que no se puede certificar la muerte del Doctor Muerte mientras no se practique un análisis forense de sus restos. "O mintió entonces, o miente ahora", dijo el portavoz de la Oficina de Investigación Criminal al recordar que hace cinco meses Rüdiger y su madre negaron ante las autoridades alemanas conocer el paradero de su padre.
El pasado mes de diciembre, el hijo del criminal nazi lo volvió a negar a este periódico durante una investigación sobre la cuenta bancaria de 1.400.000 marcos alemanes (716.000 euros) que figura a nombre de su padre en Berlín.
Ayer, la televisión alemana ZDF aportó documentos en los que se demuestra que Heim vivió en El Cairo bajo el nombre de Tarek Husein Farid, que residió en el hotel de la familia egipcia Doma y que trabajó como médico para la policía de ese país.
Rüdiger niega que su testimonio tenga alguna relación con la fortuna que él y su hermano recibirán si se acredita la muerte de su padre. En 1997, el abogado Karlheinz Sendke, tutor en ausencia del Tribunal de Tutelas de Berlín que gestiona esa cuenta embargada por el Estado alemán, envió a la familia Heim una carta en la que decía: "Por desgracia, aquí se desconoce si su padre está aún con vida. Si su padre hubiera fallecido, le agradecería que se ponga en contacto conmigo. Tan pronto su muerte sea comprobada por nosotros se desbloquearía el dinero y pertenecería a sus herederos". Los Heim dijeron no saber nada.
"Si se certifica la muerte de mi padre, mi hermano y yo seríamos los herederos legales de ese dinero. A mí no me importa el dinero. Si alguna vez lo recibo lo entregaré a las asociaciones de Mauthausen", asegura el hijo del criminal nazi.
Rüdiger Heim sostiene que su padre huyó de Alemania en 1962, un año después de que se emitiera una orden de detención, y que atravesó Francia y España en automóvil. "Me contó que huyó en coche. En España estuvo varias semanas camino de Marruecos, desde donde pasó a Egipto. Que yo sepa, no tenía contactos en España".
España fue tradicional refugio de ex miembros de las SS que, como Aribert Heim, antiguo miembro de las tropas de asalto de Hitler, huyeron de Alemania. Varios se refugiaron en Denia (Alicante) y Málaga, donde fundaron hoteles y empresas. La policía española y alemana investigaron sin resultado varias pistas de Heim en el Levante español.
Efraim Zuroff, del Centro Simon Wiesenthal, reconoce que Heim vivió en Egipto, pero duda si falleció en ese país. "Tenemos serias dudas. No hay pruebas definitivas de su muerte", dice el cazanazis, que acaba de aumentar la recompensa por el criminal hasta un millón de dólares (unos 777.000 euros).
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