_
_
_
_
La precampaña del 1-M Examen a la legislatura

El kilómetro cero del negocio

En Ourol los parques apenas dan empleo pero aportan un 10% del presupuesto

Camino de la costa lucense, los montes de Ourol albergan la mayor concentración de parques eólicos de Galicia. En la actualidad funcionan nueve y otro está pendiente de licencia y a punto de producir energía una vez superada la inspección de Industria. Tal es la proliferación de molinos que este municipio, al que muchos consideran como un satélite de Viveiro, se conoce como el kilómetro cero de la energía eólica de la comunidad gallega.

Sólo en Miñotos se pueden contemplar cuatro parques. El resto se dispersa entre Sabucedo, Xerdiz o San Pantaleón, a lo largo de un municipio donde el viento sopla como en ninguna otra parte de Galicia y sus montes, antaño vírgenes, comparten vida con los gigantes de la energía del viento. El negocio ha sido tan floreciente para los adjudicatarios que buena parte de las primitivas concesiones ya han cambiado de dueño después de generar apetitosas plusvalías. Y al Ayuntamiento de Ourol le ha costado lo suyo averiguar quiénes son los actuales propietarios.

Hasta no hace mucho, llegar a Ourol era todo un ejercicio de paciencia. La carretera principal estaba poblada de camiones que transportaban las enormes aspas de la estructura de los generadores y adelantarlos se convertía en misión imposible. "A 20 kilómetros por hora llegué a circular detrás de uno de esos camiones durante unos 40 minutos", comenta Javier, que se desplaza todos los días desde Lugo a Viveiro. Con los parques concluidos, la circulación ha retomado cierta normalidad, y fuentes municipales aseguran que ya no queda monte para instalar nuevos generadores. De hecho, Ourol ha quedado fuera del reciente reparto eólico.

En Ourol no se conforman sólo con la energía eólica y ya tienen en marcha dos proyectos de aprovechamiento hidroeléctrico: uno propio en el río Xestosa y otro compartido con Viveiro en el río Landro. "Todavía no funcionan, pero están a punto", explican desde el Consistorio.

Esta fuente de riqueza empresarial contrasta con la media de edad, de más de 55 años, de un municipio que no llega a 2.000 habitantes. Los molinos apenas generan empleo, pero, en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles, aportan unos 120.000 euros a las arcas locales, un 10% del presupuesto anual.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_