El Gobierno incumple el plazo que se dio para reparar la figura de Lluís Companys

Era un trámite "fácil" y tenía que ser "rápido", menos de tres meses, según dijo el secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez, el 13 de octubre. Pero han pasado ya tres meses y medio y el Gobierno central no ha dado ninguna señal de querer restituir la figura de Lluís Companys, el presidente de la Generalitat fusilado en 1940 tras un juicio sumarísimo. El compromiso de emitir una declaración de reparación fue asumida en octubre por el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ante la nieta de Companys, Lluïsa Gally, y el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura. La Generalitat confirmó ayer que no ha recibido el documento prometido.

Las declaraciones de reparación son un instrumento de la Ley de Memoria Histórica que, si bien no suponen la anulación de los juicios franquistas, abren la puerta a que las familias reclamen la anulación ante los tribunales. El Gobierno tramita más de 140 peticiones similares a la de Companys, pero la singularidad de este caso hizo que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero asegurara que le daría prioridad. El hecho de que el juicio esté perfectamente documentado y que las horas previas a la muerte del presidente formen parte de los manuales de historia debía facilitar las cosas, aseguraron los gobiernos catalán y central.

Fuentes del Departamento de Relaciones Institucionales aseguraron ayer que Saura no desistirá en el empeño de reparar la figura de Companys y que en conversaciones con los responsables del Ministerio de Justicia, éstos han asegurado que emitirán el documento antes de que acabe enero. Fuentes del ministerio no pudieron confirmar ayer este extremo.

La voluntad de la familia del presidente capturado en Francia por la Gestapo con la mediación del embajador español José Felix de Lequerica, es que la reparación culmine con la anulación del consejo de guerra.

25 personalidades galardonadas con la Cruz de Sant Jordi han mandado una carta al presidente José Montilla en la que le piden el máximo esfuerzo para conseguir la anulación del proceso contra Companys.