Los parados podrán vender su piso a Vivienda si no logran pagar la hipoteca
El Gobierno les alquilará la misma casa para evitar que sean desahuciados
Cuando la crisis sacude más fuerte, el principal temor es quedarse en paro y no poder hacer frente al pago de la hipoteca. Es el fantasma del desahucio. Para paliar esa situación en momentos de acelerada destrucción de empleo, Vivienda va a poner en marcha una serie de medidas anticrisis dirigidas a que los desempleados recientes cuyos ingresos en el último año no hayan superado los 22.000 euros no pierdan su piso.
El consejero de Vivienda, Javier Madrazo, presentó ayer las líneas de actuación con un mensaje contundente a los bancos y cajas de ahorro para que se impliquen en el plan. "La banca ha sido la principal culpable de la actual situación económica y ahora debe compensar la actitud irresponsable mantenida en la época de vacas gordas", declaró en un tono más propio de su condición de candidato a lehendekari por EB que de titular de una cartera en el tripartito. Gran parte del éxito del plan, que la consejería presenta a poco más de un mes de las elecciones, pasa porque las entidades financieras acepten renegociar las hipotecas y rebajar un 20% la cantidad que se encuentre pendiente de amortización.
Las medidas se pondrán en marcha en un plazo de dos semanas
La primera medida va dirigida a las personas que se hayan quedado en paro y consiste en la recompra de la vivienda por el departamento para transformarla en un piso tasado y, por tanto, de protección oficial. El dueño del inmueble se convertirá en inquilino del Gobierno, que se hará cargo de pagar el resto de la hipoteca al banco. Lo mismo se hará con los dueños de un piso de protección oficial, sólo que en este caso el Ejecutivo les alquilará otra diferente, aunque siempre protegida.
La tercera línea de actuación se dirige a los inquilinos de pisos del mercado libre que se queden en paro y que no paguen más de 1.050 euros cada mes. En este caso, el departamento negociará con el arrendatario una rebaja del 30% en dicha renta. Una vez consumada esta rebaja, el inquilino deberá hacer frente al pago de 450 euros como máximo y el resto, hasta completar la renta actualizada (con ese 30% de rebaja aplicada), correrá a cargo del Gobierno.
Estas tres actuaciones resultan novedosas en España, dado que ni el Gobierno central ni ninguna comunidad autónoma se habían adentrado tanto en este terreno hasta el momento. La previsión es que cerca de 1.500 familias se puedan beneficiar inicialmente de estas medidas. Euskadi ha cerrado el año con 46.400 parados (una tasa del 4,6%, según los datos del Eustat) y la cifra seguirá creciendo en 2009. En el caso de las dos primeras líneas de ayuda, se podrán solicitar a partir del próximo mes de febrero, una vez que el departamento elabore el protocolo de actuación con las entidades financieras.
La responsable de la Unión de Consumidores de Euskadi (UCE), Ana Collía, aplaude las medidas si sirven para minimizar el impacto de la crisis en las familias que no pueden hacer frente a sus hipotecas. Pero, advirtió que para eso deben obedecer a "criterios objetivos, no meramente electoralistas". Para la UCE también resulta trascendente conocer el grado de aceptación por las entidades financieras. "Sin su colaboración no saldrán adelante".
Vivienda ya ha establecido contactos para informar y "concienciar" a los bancos de que deben implicarse. El director de Suelo, Iñigo Maguregui, indicó que las entidades financieras "se han mostrado receptivas". Pero al final, cada parado tendrá que negociar por sí mismo la rebaja de la hipoteca pendiente de amortizar. Madrazo recordó a los bancos que si al final optan por el desahucio y la ejecución hipotecaria se pueden encontrar con un piso más para vender en un mercado saturado.
Préstamos llevaderos para la VPO
El Gobierno cerró un acuerdo con las cajas de ahorro y los bancos en la recta final del año pasado para hacer más llevadero el coste de las hipotecas de las viviendas de protección oficial (VPO). La crisis se ha dejado notar entre los adjudicatarios de este tipo de inmuebles y en algunos casos han tenido que rechazar el que les ha tocado en el sorteo debido a que se han quedado sin empleo o se han reducido sus ingresos. La idea es cambiar los tipos de interés que se aplican oficialmente a las VPO para que se muevan en una horquilla más asequible y que quienes logren el piso puedan acceder también a un préstamo.
El consejero Javier Madrazo aseguró ayer que todo se encuentra a punto, pero que aún se encuentra pendiente de aprobación, por parte del Gobierno, el decreto sobre los tipos de interés para la VPO. Aunque evitó precisar una fecha, todo apunta a que podrá ser una realidad en el mes de febrero.
Vivienda no dispone de datos cerrados acerca de las personas que están renunciando a los pisos de protección que promueve por falta de dinero. Sólo en Vitoria, durante los nueve primeros meses del año pasado, 225 adjudicatarios de VPO impulsadas por el Ayuntamiento tuvieron que rechazar el piso frente a los 108 que lo hicieron a lo largo de todo 2007. El Consistorio no vincula todas las renuncias directamente con la crisis y atribuye una parte a la diferente forma de pago que se ha establecido. Ahora, los adjudicatarios deben pagar desde el primer momento una cantidad (con lo que algunos se echan atrás al no disponer de ella) y no en el momento de la entrega de las llaves, como se hacía antes. Podían transcurrir entre dos y tres años desde que tocó el piso y a pesar de eso, el Ayuntamiento se encontraba con muchos beneficiarios que no habían ahorrado lo suficiente y no tenían más remedio que renunciar.
Cada año se constituyen en la comunidad autónoma más de 2.000 nuevos préstamos para financiar pisos protegidos.
Las condiciones
- El dueño del piso debe llevar al menos tres meses en paro; la vivienda ha de ser la habitual; carecer de otro inmueble en propiedad y ganar menos de 22.000 euros brutos ponderados (según los miembros de la familia) al año.
- Vivienda libre. El Gobierno compra el piso, la convierte en protegida y mantiene a la familia como inquilinos con opción a compra. El precio escriturado del piso y el préstamo debe ser menor a los 275.000 euros; el dueño debe aceptar convertirlo en una VPO, y el banco ha de aceptar una quita mínima del 20% sobre el saldo pendiente de amortización. La vigencia de la medida será 2009 y 2010.
- Vivienda protegida. Exactamente igual que con la libre, sólo que los dueños pasarían a ser inquilinos de otro inmueble.
- Alquiler. El Gobierno ofrece al arrendatario de un piso de libre reducir en un 30% la renta que le cobra al inquilino que se ha quedado en paro y que no puede superar los 1.050 euros mensuales. El inquilino pagará 450 euros como máximo y el resto hasta la renta ya actualizada lo cubrirá Vivienda.
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