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JOSEBA MADARIAGA | Profesor de Economía de Deusto

Año de incertidumbre y vértigo

Los expertos no se atreven a aventurar el final de la crisis económica - Consideran determinante recuperar la demanda y la confianza de consumidores y empresas

A las empresas les gusta hablar de periodos de consolidación o maduración de sus proyectos. Si estos términos se pueden aplicar a las crisis económicas, 2009 es, sin duda, el momento de consolidación del parón económico. Con las predicciones en revisión casi semanal, nadie se atreve a poner una fecha exacta al final del túnel. Algunos ven el suelo en 2009 y otros lo alargan uno o dos años más. La única coincidencia es que el ejercicio que se abre será peor que el que acaba de terminar. La crisis financiera ha sacudido los cimientos de la economía mundial y la vasca es un pequeño engranaje que no se escapa al desmoronamiento de un periodo con altos índices de crecimiento. El ciclo económico ha cambiado y las empresas y los consumidores se ajustan para afrontar el envite (ver gráfico). Las administraciones han puesto en marcha una combinación de medidas de gasto público y fiscales para frenar el impacto. La clave es generar confianza y que el dinero vuelva a correr y active la economía. 2009 es el año de la incertidumbre, como señaló el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, un ejercicio al que da vértigo asomarse y en el que solamente el sector servicios parece sujetar a la economía vasca.

Hay una única coincidencia: el ejercicio que se abre será peor que el que acaba de terminar
Para dinamizar la economía, el Gobierno vasco ha elevado un 1.500% su endeudamiento
Pese al miedo, los empresarios confían en que el panorama mejore a mitad de año
El plan interinstitucional de aceleración de inversiones persigue crear 20.000 empleos
La previsión de crecimiento del Gobierno, el 1,5%, es la más optimista
Uno de los grandes desafíos es mantener el mayor número de empleos

El lehendakari Juan José Ibarretxe, se ha puesto al frente de la lucha del Gobierno contra la crisis. Bajo la premisa de que Euskadi está mejor preparada que España y Europa, apuesta por mirar a la crisis "a los ojos". Las palabras las acompaña de una sucesión de programas intervencionistas, anticíclicos, que ha presentado personalmente en los últimos meses. Los empresarios entran en el nuevo ejercicio con miedo y con una petición reiterada a las administraciones públicas para que saquen adelante todas las propuestas. También son los más optimistas. Esperan que a mitad del año el panorama económico comience a despejar.

POLÍTICA Y ECONOMÍA Presupuesto expansivo

2008 ha puesto punto y final a cualquier especulación sobre la gravedad de la crisis. Euskadi se enfrenta a unas reñidas elecciones autonómicas donde las encuestas prevén un ajustado duelo entre el PNV y el PSE-EE. En este contexto de campaña electoral, el Gobierno de Juan José Ibarretxe deberá hacer frente a un primer trimestre que se presenta especialmente complicado. El Ejecutivo cuenta con la ventaja de haber aprobado unos presupuestos claramente expansivos, aumentan un 5,5% el gasto respecto a los del ejercicio pasado. 10.487 millones de euros para los que se requiere un endeudamiento extra de al menos 300 millones de euros, un 1.500% más que en 2008.

Pese a todo, presentan un escenario económico claramente obsoleto. La previsión de recaudación para 2009 (un total de 13.590 millones, de los que 8.848,6 irán al Gabinete, cifra incluida en el presupuesto) que hizo en octubre pasado el Consejo Vasco de Finanzas, parece difícil de cumplir. En los once primeros meses de este año la recaudación de las Haciendas forales ha caído 580 millones con respecto a igual periodo de 2007.

EL FIN DE LA ESTABILIDAD Impulso al gasto público

Los sagrados principios de estabilidad presupuestaria y ausencia de déficit público que reinaron en Europa a finales de los años noventa y en los ocho primeros años del siglo XXI, han pasado a mejor vida. Los expertos consideran que la línea la ha marcado EE UU con medidas de corte keynesiano. La inversión pública y el gasto público han sustituido al parón de la economía privada. En este sentido, ya en junio Euskadi puso en marcha el plan interinstitucional (Gobierno y diputaciones) de aceleración económica de las inversiones. Supone una inversión total de 12.805 millones de euros, que podrían generar unos 20.000 empleos. El Ejecutivo pagará el 45% de esa inversión, y las instituciones forales pondrán el 55% restante.

El mayor deterioro de la crisis tras el verano hizo necesario combinar las medidas de gasto público con la puesta en marcha de medidas fiscales. Todas ellas para liberar recursos para los contribuyentes. También en la línea marcada desde EE UU.

La última iniciativa es la puesta en marcha de una línea de financiación del circulante de las pymes y los autónomos y de transformación de la deuda a corto plazo en deuda a largo que el Gobierno avala con 500 millones de euros a través de las sociedades de garantía recíproca Elkargi y Oinarri. A estos planes locales se añade la inyección de capital en el sistema financiero por elGobierno central y la bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.

La propia Asociación de Municipios Vascos (Eudel) ha presentado a sus miembros un plan anticrisis que pasa por incrementar el gasto público y endeudarse. Su visión de la economía y el impacto en el empleo es bastante pesimista. Su presidente, Iñaki Beldarraitz, considera que la cercanía con las empresas les hace ver antes que a otras administraciones la realidad del problema.

Todas estas medidas, según los expertos, van a suponer un deterioro de las cuentas públicas. El endeudamiento de hoy debe pagarse mañana. Sin embargo, también existe un consenso en que lo importante es salir del agujero y que si el esfuerzo se hace en elementos que aumentan la productividad del sistema, como son las infraestructuras, será también bueno para las generaciones futuras.

PREVISIONES En números negros

La previsión del Gobierno es crecer un 1,5% a finales de 2009. Es una de las muchas previsiones que se han hecho en las que nadie confía plenamente. La incertidumbre sobre cómo terminará el año es total. Hay quien considera que la crisis tocará fondo a finales de este ejercicio y quien cree que todavía tardará en mejorar la situación uno o dos años más. Una mirada al gráfico permite observar que el nivel de crecimiento será ligeramente positivo, pero no es menos cierto que todos, salvo el Gobierno, desconfían en el éxito de sus previsiones y dejan la puerta abierta a que las cosas vayan aún peor.

En todo caso, las cifras estimadas por Confebask, las Cámaras de Comercio, Caja Laboral o el propio Gobierno vasco muestran un escenario en el que la creación de empleo es cosa del pasado. Acertar en el punto en el que se colocará la tasa de desempleo es otro de los grandes interrogantes de 2009. Los ajustes laborales de grandes empresas tractoras como Michelin, ITP, Mercedes o Cegasa son un síntoma del momento económico. La mayoría de las firmas industriales acuden a la flexibilidad laboral que les otorgan sus convenios, pero muchas veces no es suficiente. El mercado ha empezado ya a expulsar a la mano de obra temporal y con una previsión de decrecimiento del PIB industrial en 2009 nadie sabe a ciencia cierta dónde está el límite. Euskadi cuenta con una tasa de temporalidad laboral cercana al 30%. El Gobierno oficialmente ha colocado la tasa de paro en el 4,3%, dentro del llamado paro técnico o natural. Sin embargo, el propio lehendakari Juan José Ibarretxe ha reconocido ya de forma oficiosa que la tasa podría llegar hasta el 8%.

La encuesta de confianza del consumidor que elabora la Federación de Cajas de Ahorro Vasconavarras muestra un panorama sombrío. La percepción de particulares y empresas se encuentra en los niveles más bajos desde 1993. Recuperar el nivel de confianza precisa de signos de cambio que no parecen llegar.

Los expertos ven que en España la combinación de la crisis financiera con la inmobiliaria va a suponer que la salida del túnel sea más lenta y que el crecimiento tarde más tiempo en recuperar los niveles de los años precedentes. Aunque el impacto de la crisis del ladrillo sea menor en Euskadi que en el resto de España, sí es cierto que la dependencia de los mercados españoles puede marcar el ritmo de la economía vasca.Joseba Madariaga resta importancia a que la economía vaya a crecer o decrecer en 2009 un 0,1% porque en ambos casos la clave es que "no se crece".

Pregunta. ¿2009 va a ser el año de la incertidumbre?

Respuesta. Nadie sabe dónde va a terminar. Parece claro que hasta que la crisis financiera no se resuelva, tampoco sabremos el final de la económica, que viene detrás. La crisis financiera es probablemente la más importante desde la Gran Depresión.

P. Pero la crisis financiera no parece que tenga final. Cada poco tiempo hay un nuevo mazazo.

R. Van en cadena. El último es el de Madoff. Hay que ver estas cosas desde un punto de vista positivo. La nueva regulación que haya en el futuro no permitirá este tipo de situaciones. El Gobierno de EE UU está realmente echando todo por la borda. No había visto medidas como las que se están tomando. Han bajado los tipos de interés a niveles de casi el 0% y están dando a la máquina del dinero, algo que casi va contra la ortodoxia de la economía. Parece claro que lo que no quieren es que se entre en deflación. En Europa echo en falta una mayor coordinación.

P. ¿Existe un fenómeno isla en el País Vasco? ¿Vamos a estar mejor?

R. No creo que existan islas. La economía mundial está muy entrelazada. Puntos de partida distintos pueden hacer que el efecto y las consecuencias de la crisis sean distintas, más atenuadas en unas zonas que en otras. En el caso del País Vasco la desaceleración es igual que la que ha tenido Europa y EE UU, 2,1 puntos. Ha sido menor que la desaceleración de la economía española, 2,7 puntos, y menor que la de Gran Bretaña, que con tres puntos lidera esa desafortunada lista, pero islas no existen.

P. ¿Hacer predicciones es imposible?

R. El objetivo de una predicción no es acertar. Cuando se hace la predicción se está viendo cómo está la economía en ese momento y de alguna forma se extrapola a futuro.El objetivo no es acertar porque si algo cambia en una semana, como está pasando, pues cambiará la predicción. En este momento de cambio del ciclo cualquier intento de predicción con el objetivo de acertar es absolutamente absurda.

P. ¿La principal repercusión del estancamiento es el empleo?

R. Si se cogen los datos del tercer trimestre de la EPA y la PRA se veía que estábamos en paro técnico, pero tengo la sensación de que el cuarto trimestre está afectando al paro. No tanto por la otra serie, la del Inem, que es mensual, sino por las noticias de las empresas, los ERE. Si vamos a crecer por debajo del potencial, por debajo de lo que la economía puede utilizando todos sus recursos, la economía va a expulsar recursos y el que expulsa a corto plazo es el empleo.

P. ¿Cómo se resuelve la crisis de confianza?

R. Tienen que ser los gobiernos los que al final lanzan las señales que el resto de la economía recoge. Las que han lanzado han ido en la buena dirección. Había temor por el dinero en los bancos y los gobiernos han ampliado la garantía. Ahora preocupan otras cosas, el paro y el trabajo. Pero hay que pensar en elementos positivos como la caída del precio de las materias primas que reducirá la inflación o el descenso de los tipos de interés.

P. ¿Para cuándo el final del túnel?

R. Es imposible de vislumbrar, pero al salir no vamos a llegar a tasas de crecimiento como las de ahora. 2009 será peor que 2008. Espero que toquemos suelo el próximo año, pero hay quien cree que durará hasta 2011.

Trabajadores en la cooperativa Soraluce, en Bergara.
Trabajadores en la cooperativa Soraluce, en Bergara.JESÚS URIARTE

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