Touriño pide que se compense a las comunidades con lengua propia

Galicia va a despojarse del traje cuyas costuras le quedan estrechas "y a punto de reventar". Esta es la descripción coloquial que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, hizo ayer de la situación de estrechez en la que vive su comunidad por un sistema de financiación autonómica, que data de 2001, insuficiente para atender las necesidades reales de esa comunidad autónoma. Todo cambiará a partir del mes de enero porque el nuevo modelo de financiación autonómica llevará a Galicia "más recursos para la comunidad globalmente y más recursos por habitante", dijo el presidente gallego tras entrevistarse en La Moncloa con José Luis Rodríguez Zapatero.

El interés de Touriño y también de Zapatero de dar muestras de que desde el Gobierno central se da un trato favorable a las demandas de Galicia fue ayer evidente. Todo el PSOE y el propio Zapatero tendrán una presencia destacada en la campaña para las elecciones gallegas aunque, siempre "un paso detrás de Touriño", como dicen en la dirección federal.

Galicia recibirá "más recursos por habitante y más recursos globales"

"El modelo no está cerrado, pero sí en una fase muy avanzada"

Pero lo cierto es que Touriño no hablaba ayer a humo de paja ni con consignas electorales ya que, según fuentes gubernamentales, los criterios que expuso para la confección del nuevo traje de financiación autonómica fueron aceptados por el presidente del Gobierno, o, al menos, considerados para su estudio. Fueron dos horas de reunión en las que el presidente gallego salió satisfecho. Los compromisos son estos: el jefe del Gobierno ha aceptado al gobernante gallego tener en cuenta para elaborar el nuevo modelo "un mayor peso en la financiación por la dispersión y por el envejecimiento de la población". En efecto, esas dos características son esenciales para que el Gobierno de Galicia pueda estar conforme con el diseño que preparará el Ministerio de Economía y Hacienda, antes de que termine el año.

Pero el presidente autonómico se guardaba una novedad en sus peticiones a Zapatero. "He pedido al jefe del Ejecutivo que se contemple el coste derivado del hecho diferencial de tener lengua propia". Según la versión de Touriño, el presidente del Gobierno se ha comprometio a estudiarla pero, a su juicio, fue receptivo a esa demanda. Touriño recordó el coste que se deriva de la cooficialidad de la lengua y no sólo en la enseñanza sino para su uso en la Administración general y en la de Justicia. "Es una variable novedosa y de interés para las comunidades con lengua propia", señaló el presidente gallego.

Previamente a las consideraciones políticas hubo más apartados tangibles que Touriño tenía mucho interés en resaltar antes de volver a casa. En 2009 se licitarán los nueve tramos que faltan para la Alta Velocidad en Galicia. También, se producirá la ampliación de la AP9 en sus entrada por Vigo y por A Coruña, es decir, a su paso por las áreas urbanas.

En el terreno político, Touriño quiso aparentar en todo momento que no se sentía en absoluto molesto por que Zapatero se hubiera reunido el pasado sábado con los presidentes de Cataluña y de Andalucia, por separado y, con escasísima publicidad. "No estoy molesto en absoluto; yo tenía fijada esta reunión en Moncloa desde la pasada semana, y sabía que el presidente Zapatero iba a reunirse con otros presidentes". Eso dijo Touriño para beneficio propio, pero también echando una mano a Zapatero. Lo cierto es que Touriño con sus apreciaciones desmontaba la teoría de que el modelo de financiación está ya hecho y fue pactado el pasado fin de semana con el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, y rematado o bendecido, a continuación, por el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.

"El modelo está abierto, no se ha cerrado en absoluto, y la prueba es que seguimos haciendo propuestas. Eso sí, estamos en una fase muy avanzada", insistío Touriño. Para que no hubiera dudas añadió: "Si me hubiera encontrado con un modelo cerrado tendría razones para estar molesto, pero no es así, no está cerrado. Yo he planteado hoy mismo la ponderación de los elementos de dispersión y envejecimiento y el coste de la lengua, que son nuevos", siguió con sus razones. Mientras se producía esta reunión, el ruido era constante en las filas del PP, cuyos dirigentes reprochaban a Zapatero que hablara con los presidentes autonómicos y no con el presidente del PP, Mariano Rajoy. Se le preguntó a Touriño su opinión sobre si esta ronda de Zapatero sólo sirve para engañar a los presidentes autonómicos, según apreciación de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. "Convendría que el PP no nos traslade sus líos internos; yo no me siento engañado por nadie y, desde luego, la señora Cospedal y el señor Rajoy no me van a dar lecciones de cómo defender a Galicia y a los gallegos", dijo de corrido.

Todo parte de que la dirección nacional del PP ha acogido con estupor la satisfacción con la que salió de una reunión similar con Zapatero la presidenta de la comunidad autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre. "Yo no creo que la señora Aguirrre se sienta engañada o se deje engañar", ahondó Touriño en este conflicto. ¿ Y qué dirá el líder del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijoo?. "Lo que le diga Mariano Rajoy", aventuró ya en clave electoral. De lo que apenas quiso hablar fue del conflicto con el BNG por el concurso eólico. "Aquí hemos venido a hablar de financiación autonómica", zanjó.