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El Tesoro de EE UU coloca letras a un interés del 0%

El pánico que desde mediados de septiembre domina el sector financiero tiene consecuencias reales. Las encuestas revelan que uno de cada tres estadounidenses dice que no se siente seguro dejando sus ahorros en el banco o invirtiéndolo en Bolsa, por eso miran hacia las letras del Tesoro como refugio, a pesar de que no ofrezcan retorno alguno.

El martes el Tesoro colocó 27.000 millones de dólares (unos 20.800 millones de euros) en letras a tres meses a un tipo de descuento del 0,005%, un tipo nunca visto desde que empezaron a subastarse estos títulos en 1929. Más aún, también colocó 30.000 millones de dólares en letras a cuatro semanas al 0% por primera vez en los siete años que lleva emitiendo estos títulos. Los inversores parecen sentirse mejor poniendo su dinero en manos del Gobierno que en las de los bancos. Y esto, según los analistas, alimenta la espiral que está colapsando el mercado de crédito. Sin confianza, no hay préstamos.

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Los gestores de fondos y otros inversores institucionales también están acudiendo a los activos de deuda emitidos por el Tesoro para equilibrar sus carteras, lo que ha llegado a provocar momentáneamente que los títulos del Tesoro coticen en el mercado secundario con rentabilidades negativas, es decir, los inversores compran unos títulos por los que a vencimiento les darán menos dinero del que pagan por ellos. El escenario recuerda al visto en los años 1930, durante los años de la Gran Depresión.

La buena noticia es que los bajos intereses que se aplican a la deuda emitida por el Gobierno de EE UU hacen más barato financiar la intervención en Wall Street. Precisamente ayer, en medio de este nuevo quebradero de cabeza, se publicó el primer informe del panel que supervisa la gestión del masivo fondo de 700.000 millones de dólares creado para estabilizar el sistema.

Las conclusiones son muy críticas con el Tesoro, y le dicen que no puede confiar en la buena fe de los bancos. Por eso se exige al Gobierno que "verifique" y "controle" el uso que las instituciones financieras hacen del dinero público que se inyecta para su recapitalización. Y también piden que se corrijan cuestiones "críticas" como asegurar que los bancos cumplen la limitación de la retribución a ejecutivos o las restricciones en el pago de dividendos a los accionistas.

El Tesoro, que está improvisando en la puesta en práctica del plan de rescate, algo que irrita al Congreso de Estados Unidos, responde a estas críticas afirmando que se están consiguiendo "progresos significativos" para estabilizar el sistema financiero y que están comprometidos con hacer el proceso lo más transparente posible.

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