Nissan advierte que su planta catalana no es viable sin despidos
La dirección de Nissan advirtió ayer que la planta de Barcelona no es viable a medio plazo si no hay despidos. Así lo transmitió ayer la multinacional al presidente de la Generalitat, José Montilla, que visitó la planta de la empresa en Oppama. Lo hizo, además, justo el día en el que la empresa retiró el expediente de regulación de empleo (ERE) de 1.680 trabajadores para presentar otro temporal que afecta a 3.330 personas. El primer paro productivo será del 11 de diciembre al 7 de enero.
Nissan lo dejó muy claro: o la fábrica de Barcelona gana competitividad o tiene los días contados a partir de 2012, cuando dejarán de fabricarse los modelos que ensambla ahora. "Los países emergentes están aumentado su capacidad de producción a gran velocidad, por lo que los países avanzados no serán elegidos como lugar de fabricación de nuevos productos a no ser que consigan un salto significativo en calidad, costes, tiempo y flexibilidad", afirmó el vicepresidente de producción, Toshiharu Sakai.
La multinacional explicó a Montilla cuál es el modelo a imitar, el de la planta de Oppama. En 2005 inició un "plan de supervivencia" que le ha llevado a reducir un 20% los costes de producción y a aumentar la productividad en un 43%. Han perdido el empleo más de 2.000 personas (la planta ha pasado de 4.500 a 2.100 trabajadores). Como contrapartida, ha aumentado un 25% la carga de trabajo. Nissan ha despedido a 3.000 trabajadores en EE UU en 18 meses y a 2.000 en Japón en el último año.
Montilla, que insiste en que la prioridad es salvar a las empresas de la brusca caída del consumo, afirmó que Nissan manifestó su "voluntad inequívoca de seguir en Cataluña" y que no descartó "nuevos modelos si mejora la competitividad y se supera la crisis". Aun así, volvió a apelar a la "responsabilidad de los sindicatos". Éstos ayer se mostraron dispuestos a negociar si Nissan prepara un plan industrial.
