El PNV desconfía del apoyo de EA a la moción de censura en Azpeitia
El PNV no las tiene todas consigo con la moción de censura en Azpeitia para echar de la alcaldía al alcalde, Iñaki Errazkin, de ANV, que se negó a condenar el asesinato del empresario Ignacio Uria a manos de ETA el pasado miércoles. Fuentes de la dirección peneuvista consideran improbable que EA vaya a sumar el voto que se necesita para formalizar la moción de censura. El presidente de EA, Unai Ziarreta, cree que "todavía es pronto" para tratar el asunto, puesto encima de la mesa por el líder del PNV, Iñigo Urkullu.
"No creo que vayan a entrar a nuestro envite", aventura un dirigente peneuvista. "No les viene nada bien en la estrategia electoral en la que ha entrado EA", añade, en alusión a la decisión de no concurrir a las elecciones vascas junto al PNV para marcar perfil soberanista y buscar votos entre los nacionalistas desencantados con la violencia. Fuentes del PNV creen que lo previsible es que EA evite dar una respuesta en caliente y aplace al máximo su decisión. "Mientras tanto, darán largas".
Azpeitia (14.000 habitantes) es, seguramente, el municipio vasco donde PNV y EA mantienen las peores relaciones. Esta animadversión, fruto de profundas diferencias en política local y de rencores personales, se evidenció tras las elecciones municipales de 2007. Ante la sorpresa general y de muchos militantes de EA de Azpeitia, sus dos ediles, Manuel Unanue y Mikel Ibarzabal, auparon a ANV a la alcaldía frente al candidato del PNV que, por vez primera, había perdido, por unos 100 votos, la mayoría absoluta.
Unanue e Ibarzabal habían desobedecido a su dirección guipuzcoana, partidaria de la coalición con el PNV, con el respaldo tácito de la ejecutiva nacional. En Azpeitia hay partidarios de las dos opciones. Con los concejales que prefirieron aliarse con los abertzales estaría Esteban Ucín, miembro de la asamblea nacional y padre de uno de los ediles de ANV.
