"Una buena feria de Durango paga las deudas del año"

Los sellos discográficos Gor, Agorila, Elkar, Ausart, Etxe-Ondo, GP, Ibaizabal, Keinu, No-CD y Oihuka han unido sus fuerzas para combatir una crisis que ha reducido las ventas medias de sus referencias a 1.586 ejemplares. Marino Goñi es el presidente de esa Asociación de Discográficas Vascas (EHDE, en sus sigals en euskera), que dice representar al 80% del mercado vasco "profesional" y que, pese a la actual deriva, mira al futuro con cierto optimismo. Suyas son la mitad de las 64 novedades discográficas que anuncia la Feria del Libro y del Disco Vasco de Durango, que hoy concluye.

Pregunta. ¿Por qué han unido fuerzas en EHDE?

Respuesta. Esta asociación ha nacido de la crisis. Nos hemos unido para que nuestro trabajo tenga menos dificultades, para vender más discos y lograr muchas más cosas. Por ejemplo, queremos tener una relación normalizada con las instituciones y con el resto de países. Sabemos que esto no lo hemos inventado nosotros, lo hemos copiado de fuera, y que el asociacionismo entre discográficas es un fenómeno relativamente moderno, pero está dando buenos resultados.

"Las crisis siempre afectan al ocio, y la música es algo, en teoría, prescindible"

P. ¿Tienen realmente capacidad de lograr sus metas?

R. A nivel local tenemos un cierto poder. Los estamentos oficiales tienen bastante más interés si, en vez de tener que tratar una por una con todas las discográficas, tratan con una asociación. Parece una verdad de Perogrullo, pero es verdad: la unión hace la fuerza.

P. Sus ventas no son espectaculares. ¿Cómo les está afectando la crisis?

R. Afecta, sobre todo, a nivel monetario. No recuperas el dinero con las ventas, con lo que hay que buscar dinero de otros sitios para poder editar más. La crisis discográfica es grave, pero como la crisis general sea fuerte, será terrible para nosotros. Las crisis generales siempre afectan al ocio, y la música es algo de lo que, teóricamente, se puede prescindir. Pero ya vivimos la de 1992, que fue muy fuerte a nivel español, y aguantamos.

P. ¿La industria vasca está sabiendo reciclarse, adaptarse a la nueva situación?

R. Sí. Se suele decir que la gente que nace en las crisis luego es mucho más fuerte, y nosotros estamos aprendiendo mucho desde el año 2000. Asociarnos nos da una fuerza y nos permite intercambiar experiencias, porque el mismo problema que tenemos nosotros lo tienen en Swazilandia o en Melbourne. La crisis está permitiendo que hagamos cosas para mejorar, para aprender y, sobre todo, para preguntarnos qué hacemos aquí.

P. Para compensar la reducción de ingresos por venta de discos, apuestan por la gestión integral del artista.

R. Claro, lo demás son soluciones parciales. Nosotros buscamos esa gestión integral del artista, que supone lanzar sus discos, su directo y su imagen, porque el háztelo tú mismo es duro. Cuando un artista empieza a despegar y él mismo se hace las camisetas, los discos, las entrevistas y la promoción llega un momento en el que no alcanza a todo.

P. Dice que los disqueros siguen teniendo la sartén por el mango.

R. Sí. No como se tenía antes, porque desde hace ocho años esto va para abajo, pero cualquier artista necesita grabar su música y publicarla, para darse a conocer, tocar en directo y cobrar derechos de autor.

P. ¿Por qué ha faltado este año la asociación a encuentros tan importantes como el Popkomm, la Feria Internacional del Mercado Discográfico que se celebra en Berlín?

R. Porque volvemos a apostar por las ferias más cercanas, como Womex, Midem o el Mercado de Música Viva de Vic. Realmente, es importante sacar una rentabilidad a las ferias a las que vamos.

P. ¿Tiene mercado la música euskaldun fuera de Euskadi?

R. No tiene un mercado como música vasca en sí, sino como artistas puntuales que, a veces nos sorprende, son conocidos en el extranjero.

P. ¿La Feria del Libro y del Disco Vasco de Durango sigue teniendo una importancia vital?

R. Sí, está claro que lleva unos años sin crecer, pero sigue siendo algo importante para nosotros. Independientemente de lo que representa como venta, es prácticamente la única ocasión en la que nos vemos todos cara a cara. Y una buena feria nos hace cobrar la extra dignamente y pagar las deudas del año.