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Fidel y Raúl Castro afirman que están dispuestos a "conversar" con Obama

Los dirigentes proponen un "lugar neutral" para resolver las diferencias

Los dirigentes cubanos están dispuestos a "conversar" con el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, cuando se instale en la Casa Blanca. Así lo han reiterado los dos hermanos Castro. El actual presidente, Raúl Castro, se lo dijo en noviembre al actor norteamericano Sean Penn: negociar el diferendo bilateral en un "lugar neutral" sería bueno para ambas partes. "Unas buenas relaciones serían mutuamente ventajosas. Quizá no podamos resolver todos nuestros problemas, pero podremos resolver muchos de ellos", aseguró Raúl a Penn. El jueves fue su hermano mayor el que escribió en la prensa: "Con Obama se puede conversar donde lo desee, ya que no somos predicadores de la violencia y de la guerra".

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Fidel Castro, que sigue ostentando el cargo de primer secretario del Partido Comunista de Cuba, matizó las declaraciones al afirmar que al primer presidente negro de la historia de EE UU "debe recordársele que la teoría de la zanahoria y el garrote no tendrá vigencia" en Cuba.

Castro, de 82 años, lleva ausente de la vida pública desde julio de 2006 debido a una grave enfermedad, pero dejó establecido que cualquier negociación con EE UU pasa porque su viejo enemigo respete al Gobierno cubano y los principios revolucionarios. "El imperio debe saber que nuestra patria puede ser convertida en polvo, pero los derechos soberanos del pueblo cubano no son negociables", afirma en el artículo.

En su entrevista con Penn, publicada en la revista The Nation, la primera de Raúl para un medio extranjero, el presidente cubano se muestra conciliador y dice que no le pediría a Obama que viajara a la isla en caso de organizarse un encuentro entre ambos. "Personalmente creo que no sería justo que yo fuese el primero en visitar, porque siempre son los presidentes latinoamericanos quienes van primero a EE UU. Pero tampoco sería justo esperar que el presidente de Estados Unidos venga a Cuba. Deberíamos encontrarnos en un lugar neutral". Afirma después que ese lugar pudiera ser Guantánamo. Y bromea: "Tenemos que encontrarnos y empezar a resolver nuestros problemas y, al final del encuentro, podríamos darle un regalo al presidente... podríamos enviarlo de vuelta con la bandera estadounidense que ondea en la bahía de Guantánamo".

Antes de ser elegido presidente, Obama dijo que impulsaría la "diplomacia directa" y conversaría con las autoridades cubanas, sin precondiciones, como forma de impulsar cambios en la isla. Preguntado Raúl Castro sobre qué opinaba de los que aseguran que el régimen cubano no podría aguantar el fin del embargo, porque acabaría con sus justificaciones, respondió: "Aceptamos el reto". Y cuando el actor se interesó por cuál sería la primera prioridad de Cuba en caso de celebrarse la reunión con Obama, Raúl respondió sin dudar: "Normalizar el comercio".

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Un antiguo automóvil, estacionado en una calle de La Habana Vieja.
Un antiguo automóvil, estacionado en una calle de La Habana Vieja.EFE

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