Marruecos condena al primo de El Chino como cómplice del 11-M
Diez años para Hicham Ahmidan, ya preso por narcotráfico
Hicham Ahmidan fue condenado ayer a 10 años de cárcel -la mitad de la pena máxima prevista en el Código Penal marroquí- por complicidad con los autores del 11-M, cuyo principal ejecutor fue, muy probablemente, su primo Jamal Ahmidan, El chino, que se suicidó en Leganés (Madrid) al mes siguiente. Con esta sentencia del tribunal antiterrorista de Salé, ciudad colindante con Rabat, concluye el primer juicio de un marroquí por delitos cometidos fuera de su país.
El magistrado español de enlace en Rabat, Ángel Llorente, puso en 2007 una denuncia, a instancias del instructor del 11-M, Juan del Olmo, contra Ahmidan y contra Abdelila Hriz. Ambos llegaron a la vista juntos y esposados desde la adyacente cárcel de Salé. Una vez introducidos en una sala de cristal la policía les retiró las esposas. Vestido con un chándal gris con el escudo del Real Madrid, Ahmidan habló en voz baja ante los seis magistrados del tribunal y mantuvo la mirada en el suelo.
En la casa de Morata donde se montaron las bombas había huellas de Ahmidan
Cinco días antes de los atentados que causaron 191 muertos, Ahmidan regresó a Tetuán porque había muerto su abuela. Sus huellas fueron, no obstante, halladas en la casa de Morata de Tajuña donde se prepararon las mochilas-bomba. Puso tres vehículos a su nombre -en dos de ellos aparecieron sus huellas dactilares- a disposición de los autores de los atentados, que contribuyó además a costear.
El fiscal retomó estos datos, que figuran en la denuncia española, para inculparle. Le replicó su abogado, Ali Amar. Recordó primero que Ahmidan ya había sido juzgado y absuelto en 2005 en Marruecos por pertenencia a banda terrorista y que no podía ser condenado ahora por los mismos hechos. Aquel tribunal le consideró culpable de tráfico de drogas y le impuso una condena de ocho años, luego rebajados a cinco y que cumple en Salé.
Amar argumentó además que "entre marroquíes de una misma familia se comparte todo" y que no tenía nada de extraño que Ahmidan visitara a El Chino en Morata de Tajuña o que le prestara sus coches. El letrado es un militante destacado de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, con la que la familia de Ahmidan contactó en 2004 tras la desaparición del joven, que había sido, en realidad, secuestrado por la DST, la policía secreta.
A diferencia de Ahmidan, Hriz no iba a ser juzgado por complicidad sino por participación en el 11-M, pero su abogado de oficio, Abdelatif Ennouari, pidió el aplazamiento hasta dentro de dos semanas. "Se me encargó el caso el 20 de noviembre y no me dio tiempo a estudiarlo", explicó. Hriz, que fue detenido hace 11 meses, nunca quiso contratar a un letrado. Su perfil genético corresponde con el encontrado en un pantalón con sangre en Morata de Tajuña, y con los pelos de un peine hallado en el piso de Leganés.
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