Egibar da por cerrado el "ciclo de la fusión" con el fracaso del viernes

"El ciclo de la fusión ha acabado". El presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, fue así de contundente al analizar ayer el resultado de la votación del pasado viernes en San Sebastián que abortó el inicio del proceso de integración entre BBK y Kutxa. De esta forma descartó que pueda celebrarse una nueva asamblea de la caja guipuzcoana con votación pública, como plantea EA, e incluso sugirió que quizá no haya la oportunidad de una fusión de las tres cajas después de las elecciones, como propugna el PSE.

Egibar, que se involucró activamente en el proceso, negó que ese revés suponga un fracaso personal "o del PNV", y cargó toda la responsabilidad en el "bloque del no", en el que destacó a los socialistas y la izquierda abertzale. Dirigiéndose a los socialistas, recordó que la operación a dos se abordó porque ellos paralizaron la fusión de las tres cajas. Y les advirtió que que la oportunidad perdida igual no puede repetirse después de las elecciones, cuando el PSE plantea recuperar el proyecto inicial con las tres entidades. "Podrá cambiar el interés político del PSE, pero no [la composición de] las asambleas de Kutxa y BBK", que sigue controlando su partido, dejó caer como una amenaza velada para el futuro.

Pastor replica que el ciclo que se ha acabado es el del PNV

En su primera intervención pública tras la fallida operación, Egibar huyó de la autocrítica y arremetió contra los socialistas por tumbar un proyecto "ilusionante" que había creado muchas esperanzas y que era "incontestable" socialmente. "El PSE padece ese complejo de querer matar al padre" y tiene como objetivo "castigar al PNV", criticó.

El dirigente peneuvista se implicó a fondo en lograr los votos necesarios para sacar adelante el proceso de fusión de BBK y Kutxa; hasta el punto de que, apenas dos días antes de la votación en la asamblea de la Kutxa, acudió a la sede del Partido Popular en San Sebastián a pedir apoyo para ese proyecto. Por ello, cargó con especial contundencia contra el PSE por impedir en Euskadi lo que están impulsando en otras comunidades, como "Andalucía, Cataluña, Galicia o Valencia".

Reconoció Egibar su "decepción" por lo sucedido. Ahora, añadió, la Kutxa y la BBK tendrán que continuar en solitario, aunque en la actual situación de crisis deberán afrontar proyectos importantes "con más limitaciones". Pero no quiso entrar en "una caza de brujas" para descubrir la identidad y filiación de los cuatro compromisarios que arrumbaron la fusión con su abstención imprevista y desvió la responsabilidad a quienes pidieron el voto secreto, en referencia a los socialistas y a la izquierda abertzale.

Desde las filas socialistas, fuentes de la ejecutiva del PSE respondieron que de lo que ha de preocuparse Egibar es de su "deteriorada" situación política en el PNV, tras el fracaso de las principales iniciativas que ha liderado en los últimos años, como "el proyecto de consulta de autodeterminación" y, ahora, "la fusión a dos".

Por su parte, el secretario general del PSE de Vizcaya, José Antonio Pastor, interpretó los últimos sucesos en el campo de las finanzas como la demostración más palpable de que finaliza una era. "Esto se le acaba" al PNV, dijo Pastor, para quien la operación fallida de la fusión de las dos cajas ha supuesto un castigo a la "prepotencia del PNV" y un "aldabonazo muy gordo" para sus dirigentes.

En la misma clave anticipatoria de las elecciones de marzo, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, afirmó que el "fracaso" del proyecto de fusión de la Kutxa y la BBK representa "la descomposición del proyecto del lehendakari Juan José Ibarretxe y de un PNV" que "ya no puede, ni está en condiciones de liderar los grandes proyectos económicos" de Euskadi.

Por su parte, el diputado general de Álava, el peneuvista Xabier Agirre insistió en defender la fusión de las cajas (sin precisar si a dos o a tres), porque "posibilitaría la creación de una entidad más sólida y solvente". Ese el camino a seguir en el futuro más próximo en Euskadi, "ante el entorno económico y financiero difícil que se avecina, con un fuerte incremento de la morosidad".