El último cabecilla de la banda Baader-Meinhof será excarcelado
El terrorista alemán Klar va a cumplir 26 años de condena
El terrorista Christian Klar, antiguo miembro de la desaparecida Fracción del Ejército Rojo (RAF) o banda Baader-Meinhof, dejará en enero la cárcel tras cumplir 26 años de varias cadenas perpetuas por nueve asesinatos y 11 tentativas criminales. Klar, de 56 años, fue durante los años de plomo de Alemania, a finales de los setenta, uno de los cabecillas de la llamada segunda generación de la banda. No ha mostrado nunca arrepentimiento por su militancia ni ha colaborado en la aclaración de las decenas de crímenes atribuidos a la RAF aún sin resolver. Cuando Klar deje la prisión de Bruchsal en el mes de enero, Birgit Hogefeld será la última terrorista de la RAF aún entre rejas.
La decisión de la audiencia territorial de Stuttgart, la misma que condenó a Klar en 1985, causó ayer considerable revuelo en Alemania. El terrorista participó en el tristemente célebre otoño alemán de 1977, en el que la segunda y más sangrienta generación de la banda de izquierda radical emprendió una ofensiva violenta que puso en jaque a las autoridades.
Klar colaboró en el asesinato del fiscal general Siegfried Buback y tiroteó, a bocajarro y en su propia casa, al banquero Jürgen Ponto. Cuando los cabecillas de la primera generación se suicidaron en la prisión de Stammheim, creció la importancia de Klar en la banda. En el año 1980, parte de la RAF abandonó las armas y se exilió en Alemania del Este. Klar se quedó, y continuó la actividad de la banda. La policía le detuvo en 1982.
Tras seis agitados años en la clandestinidad huyendo de las redadas, durante los que superó una grave tuberculosis, Klar se vio sometido al duro régimen de prisión que le deparaban las leyes antiterroristas. Durante los primeros siete años pasó 23 horas de cada día completamente solo en su celda de alta seguridad.
En 2007, Klar provocó un intenso debate público al solicitar su indulto. El presidente Horst Köhler, democristiano, se lo denegó.
Uno de los pilotos del avión que la RAF secuestró en 1977 para forzar la liberación de sus compañeros en las cárceles devolvió ayer la medalla civil que le había concedido el Gobierno. Las protestas llegaron también de políticos cristianodemócratas y familiares de las víctimas de Klar.
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