Gallardón cierra cuatro discotecas días después de la muerte de Ussía
Las salas clausuradas llevaban años funcionando sin licencia
El Ayuntamiento de Madrid ha clausurado en los dos últimos días cuatro bares de copas y discotecas de la capital que carecían de las medidas de seguridad y de las licencias para ejercer esa actividad. Estas clausuras se producen justo cinco días después de que muriera Álvaro Ussía Caballero, de 18 años, tras recibir una paliza a manos de tres porteros de la discoteca Balcón de Rosales. Míticas salas como La Riviera y Macumba tienen desde ayer carteles de precintos ordenados por las juntas municipales de distrito y por la Concejalía de Urbanismo.
Uno de los porteros implicados en la paliza a Ussía, David Sancio, relató a la policía que su compañero Antonio Sánchez derribó al joven "y luego se tira encima y cae a plomo con las rodillas sobre el pecho". Ussía falleció por "traumatismo torácico con rotura del corazón".
Dentro de la discoteca, los porteros arrojaron a Álvaro Ussía al suelo, después de que este empujara en broma a un amigo, que chocó contra una chica rubia. Luego, los porteros le sacaron del local, "le lanzan por encima de una barandilla, golpeándole con puñetazos en la cabeza, le arrastran por una escalera y le dan patadas por todo el cuerpo", según declaraciones de testigos que figuran en el sumario del caso.
Ayer, familiares y amigos del joven fallecido le rindieron un homenaje junto al local donde murió, informa Javier S. del Moral. Unas 2.000 personas acudieron a esta zona y montaron un improvisado altar junto a la discoteca.
La decisión municipal de cerrar de inmediato varias discotecas que incumplen normas ha afectado, en primer lugar, a la Riviera y el But. La primera está a orillas del río Manzanares y es conocida en la noche madrileña por acoger conciertos de conocidos grupos musicales. El Ayuntamiento de Madrid había ordenado la clausura y precinto de las instalaciones en enero de 2007, pero hasta anteayer no lo había ejecutado. También habían recibido numerosas quejas de vecinos por ruidos.
20 denuncias
La última en ser clausurada fue Macumba, en la estación de Renfe de Chamartín. Los técnicos municipales se presentaron a las seis de la tarde junto con dos policías municipales y decretaron el cierre.
Antes se habían quedado por el camino la sala But, en la céntrica plaza de Barceló, y Moma. Este bar de copas, ubicado en el centro financiero de la capital, llevaba abierto seis años. El local, que también incluye restaurante y cafetería, carecía de licencia para discoteca. La policía había presentado 20 denuncias contra este local.
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