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La Feria de Durango fomenta la relación entre autor y público

El certamen reduce 26 puestos de venta, que este año totalizarán 29

Un espacio propio para los escritores y músicos que propicie una relación más directa con su público. Será la principal novedad de la 43 edición de la Feria del Libro y Disco Vasco de Durango, que se celebrará del 5 al 8 de diciembre. Esta oferta ha obligado a reducir el número de puestos de venta, de los 317 del pasado año a 292, según los datos aportados ayer por Jon Irazabal, el director de la principal feria literaria y discográfica vasca, al presentar el evento.

Tras el gran aumento de novedades editoriales del pasado año, cuando se alcanzaron las 554 (un 53% más que en 2006), la feria de 2009 también tendrá una gran cantidad de productos nuevos, un total de 504. La mayoría serán libros (345), seguidos de los discos, con 64.

Desde hace cinco años, la Fundación Gerediaga había recortado las tradicionales presentaciones de obras literarias y discográficas, porque casi todos los autores realizaban actos de presentación antes de la feria. Pero ahora, con el espacio de encuentro abierto, se pretende un contacto más directo entre autor y comprador, que no se limite a la firma del libro o el disco. Este recinto estará en la sala del edificio Landako, donde se ubican los puestos de venta. Hasta ahora, las presentaciones y charlas se celebraban en el edificio Elkartegi, situado al lado.

El certamen ofrecerá más información sobre el programa de actividades, al instalar varias pantallas de televisión en las que se verán los actos previstos y que el visitante no tenga que recurrir exclusivamente a los folletos. Habrá 167 editoriales, de las que 13 son nuevas.

Irazabal señaló que, además del espacio de encuentro entre autores y público, se han eliminado algunos puestos de venta para "una mayor tranquilidad de los visitantes" y por seguridad. Pero aseguró que se ha decidido conceder un hueco a editoriales cuyo trabajo se ha valorado como interesante. "Algunas tendrán medio stand".

En esta edición habrá cuatro días de feria, en vez de las cinco de otras ediciones. El director afirmó que el número de jornadas depende en gran medida de la coincidencia con el puente festivo y explicó que el trabajo que requieren los cinco días no compensaba los resultados. "Pero no hay una decisión fija de que sean cuatro o cinco días", puntualizó Jon Irazabal. La imagen será el gran eje conductor de las actividades paralelas previstas y, como se hizo en las dos anteriores ediciones con Eslovenia y Georgia, habrá un apartado dedicado a la literatura de Finlandia, con la presencia de la escritora de novelas policíacas, Salla Järnefelt. La organización ha reforzado las actividades del Día escolar, la primera jornada del 5 de diciembre, con diversas exhibiciones de maquillaje artístico - "podrán ver lo que se hace en el cine"- o talleres de graffitti y break dance.

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El tradicional galardón argizaiola recaerá en el empresario Juan Zelaia, en reconocimiento al apoyo financiero que ha concedido al certamen desde sus inicios, cuando en el franquismo las subvenciones debían realizarse desde el anonimato.

El director de la Feria de Durango no quiso valorar la polémica surgida en torno al cartel que representará la imagen del certamen, una obra del alavés Aritz Zabala centrada en una boina y unas gafas sin rostro -símbolo del público-, y que ha sido tachada de sexista por la Defensoría de Igualdad del Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Durango. "Está sub iudice y no tenemos nada más que decir".

Pero Jon Irazabal sí expreso su solidaridad y apoyo al autor del cartel, que ganó el concurso organizado por Gerediaga, y que inspiró su trabajo en la conocida novela antirracista El hombre invisible.

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