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El ballet clásico salda su deuda

Cultura y Comunidad de Madrid ofrecen a Víctor Ullate dirigir una nueva compañía que pondrá fin a dos décadas de olvido - El proyecto arrancará en 2009 con 60 bailarines

Jesús Ruiz Mantilla

Es una aspiración de décadas pero en 2009 se hará realidad. España volverá a tener su compañía nacional de danza clásica. Será un proyecto conjunto del Ministerio de Cultura la Comunidad de Madrid bajo la dirección del maestro de bailarines Víctor Ullate. Esta iniciativa salda una deuda histórica: el último proyecto nacional de ballet académico quedó enterrado en 1990. A falta de la firma final, que puede producirse el próximo mes de diciembre, la nueva compañía empezará a trabajar en enero y se presentará por primera vez ante el público en septiembre de 2009.

El acuerdo entre la Comunidad de Madrid (PP) y el ministerio (PSOE) es total, pero aún quedan flecos por perfilar. Entre ellos, el nombre de la compañía. Hay otros puntos más claros, como por ejemplo la sede: la formación residirá en los nuevos Teatros el Canal de Madrid, inaugurados en octubre pasado; ésta será una de las principales contribuciones del Gobierno regional al proyecto, ya que la gestión de este espacio depende de ellos.

El último proyecto nacional de ballet académico quedó enterrado en 1990
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Ullate dirigirá la nueva Compañía Nacional de Danza Clásica

Parece que la mala conciencia de un problema lastrado durante años ha llevado a los políticos a buscar una solución conjunta. No quiso hacerle frente el PSOE en la época de Felipe González y fue incapaz de atajarlo el PP después. Ahora, ambos Ejecutivos, de distinto signo político, se han decidido a resolver un limbo que resultaba incomprensible.

Y más cuando hoy España es la cuna de grandes estrellas de la danza internacional. Bailarines como Tamara Rojo, Lucía Lacarra, Ángel Corella o José Carlos Martínez triunfan en Londres, París, Nueva York... sin que su país les ofrezca una oportunidad para desarrollar su arte en condiciones.

El consenso sobre la persona que debe dirigir la nueva compañía está fuera de duda. Víctor Ullate, aparte de ser el maestro de todas esas estrellas internacionales, es el único que durante los años de la sequía oficial ha sobrevivido con una compañía propia. Además, Ullate dirigió el Ballet Nacional Clásico de España, una formación pública que se creó en 1979 y que pasó por sus manos, además de por las de María de Ávila o las de la rusa Maya Plisetskaya.

La historia de aquel proyecto primero quedó en nada cuando, en 1990, Nacho Duato se hizo cargo de la formación que después bautizaría como Compañía Nacional de Danza (CND). La elección del bailarín valenciano cambió radicalmente el rumbo del ballet estatal. A partir de entonces, el Ministerio de Cultura pasaba a ser propietario de una formación de danza contemporánea y de una compañía dedicada al repertorio español.

El éxito de la CND con Duato fue inmediato y fulgurante, pero la cuenta salió cara para la danza clásica de este país. Curiosamente, una cantera impresionante de bailarines clásicos se fue formando en los años noventa, en su mayoría, a las órdenes de Ullate.

Pero, cuando estuvieron a punto, tuvieron que emigrar. Y acabaron como estrellas en las mejores compañías del mundo: el American Ballet, el Royal Ballet de Londres, la Ópera de París, la Ópera de Múnich...

Todos ellos, al tiempo que criticaban el hecho de no contar con una compañía en su país, también aseguraban que era necesario emigrar para crecer. Más a esos niveles. Tampoco es probable que vuelvan a España, por el momento, con responsabilidades especiales. Pero podrán bailar en esta nueva compañía, donde unos y otros dicen que tendrán las puertas abiertas.

Así que Ullate regresa al futuro, podríamos decir. La nueva compañía contará al principio con unos 60 bailarines, el mínimo para montar un repertorio de grandes clásicos a partir de cero. Si la intención es presentarse en público en septiembre, es imprescindible hacer las primeras audiciones cuanto antes.

Víctor Ullate, cuyo proyecto de crear una compañía pública en el Palau de les Arts de Valencia quedó frustrado hace poco tiempo, tiene proyectos preparados.

Además, cuenta con una cantera en su escuela de Madrid donde todavía imparte clases a diario en la sede de Alcobendas. Pero su radar para el talento no sólo se pone en órbita en el norte de la Comunidad de Madrid. También busca por el sur. Colabora intensamente en la escuela municipal de Alcorcón. Allí desarrolla proyectos con niños como el Ballet Mestizo, integrado por hijos de inmigrantes que, quién sabe, puede que en el futuro sean las estrellas del nuevo ballet clásico nacional.

Arantxa Argüelles y el Ballet Lírico Nacional, en <i>La fille mal gardée</i>, en 1990. Eran los últimos días del ballet clásico en España.
Arantxa Argüelles y el Ballet Lírico Nacional, en La fille mal gardée, en 1990. Eran los últimos días del ballet clásico en España.ULY MARTÍN
Víctor Ullate, maestro de una generación de bailarines.
Víctor Ullate, maestro de una generación de bailarines.GORKA LEJARCEGI

Adiós a Duato en tres años

A lo largo de los próximos tres años, el panorama de la danza en España cambiará radicalmente. En 2009, además de la creación del nuevo ballet clásico se impulsarán, con apoyos del Ministerio de Cultura a través del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (Inaem), otros dos proyectos: el Corella Ballet de Castilla-León y otro liderado por Tamara Rojo.

Pero habrá más. José Antonio dejará el Ballet Nacional de España (BNE) en enero de 2009. Será la primera baja importante del Inaem desde que Juan Carlos Marset anunciara el código de buenas prácticas para cubrir plazas oficiales. Está previsto que todos los directores de las unidades del organismo abandonen sus cargos en tres años. Incluido Nacho Duato, director de la Compañía Nacional de Danza (CND), que protestó airadamente cuando se anunció la nueva medida, pero, al parecer, cumplirá con ella. Como los demás.

Una de las grandes incógnitas será el patrimonio de la CND. Las coreografías principales son del actual director y éste ha anunciado que se las llevará consigo como propietario intelectual.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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