La ONU investiga una matanza de civiles en el este de Congo
Un jefe rebelde admite 50 muertos en la toma de una ciudad
Para tener una percepción exacta de la matanza que tuvo lugar en Kiwandja entre el miércoles y el jueves, sería necesario pasar por cada barrio y entrar en cada habitación, de tan dispersos y numerosos que son los muertos. Pero es evidente que esta pequeña localidad de la República Democrática de Congo presenta un balance sangriento. La principal responsabilidad se atribuye a los rebeldes del general Laurent Nkunda, muchos de ellos tutsis dispuestos a reconquistar barrios hostiles, habitados sobre todo por hutus congoleses.
En una casa minúscula del barrio Mabongo II, los muertos son, según los vecinos, de la misma familia: dos adultos, un niño, dos adolescentes. A unos pocos metros, otros cadáveres se cubren en otras casas. La mayoría, hombres, jóvenes. Pero también una mujer. Más lejos, un viejo con una bala en la cabeza.
Los periodistas hacen balance de muertos al fin de la jornada. Le Monde cuenta 16, tras visitar dos barrios. Pero las cifras no pueden ser aún definitivas. Un vecino -el único superviviente de una familia- asegura que los rebeldes le habían dejado libre sólo para "ir a decirle a la gente que no se uniera a los Mai Mai en la selva", donde se esconde el maquis de estos guerrilleros tradicionalmente cercanos al poder central.
El miércoles, los rebeldes de Nkunda lanzaron una ofensiva sobre Kiwandja para expulsar a los Mai Mai, a la guerrilla hutu ruandesa y a las fuerzas gubernamentales. Ahora, el mayor Muhire, consejero de Nkunda, ni siquiera trata de minimizar las bajas. Admite que no hizo prisioneros, pero añade que sólo los "malintencionados", los combatientes, fueron asesinados. "El número de muertos que he visto en el campo de batalla supera los 50", admite Muhire. Otro dirigente rebelde estimaba en Radio France Internacional que hay más de 200 muertos.
Una portavoz de la misión de la ONU en el país (Monuc) decía el jueves estar "extremadamente preocupada" por los informes que le llegaban. Y subrayó "ataques graves contra civiles y ejecuciones sumarias". [Un equipo de la ONU llegó el viernes a Kiwandja para abrir una investigación sobre lo sucedido y "verificar las informaciones sobre las matanzas y las violaciones de los derechos humanos"]. La ONG Human Rights Watch sostiene que las milicias (rebeldes y progubernamentales) asesinaron "deliberadamente" al menos a 20 civiles. Según la ONG, desde agosto han fallecido más de 100 civiles por la violencia.
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