6.200 universitarios valencianos abandonan la carrera cada año

La estadística dice que cada año 6.194 universitarios valencianos tiran la toalla, que dejan la carrera antes de obtener el título. Para hacerse una idea de lo que representa esa sangría hay que echar un vistazo al número total de estudiantes que se matriculan anualmente de primero: 22.702. Es decir, algo más de una cuarta parte (un 27,2%) de quienes acceden a la red universitaria pública abandonan. La universidad en cifras 2008, el informe presentado hace poco por la conferencia española de rectores, revela ese y muchos otros rasgos del sistema. No llega, aunque no estaría mal saberlo, a calcular cuánto dinero público gastado en balde supone ese volumen de abandono, teniendo en cuenta que las tasas de matrícula cubren una parte menor del coste del servicio.

El EEES permitirá convalidar todo el primer curso si se cambia de carrera

Según el informe, a la cabeza del número total de deserciones se sitúa muy destacada la Universidad Politécnica de Valencia, con 2.282. Por detrás se encuentran la Universidad de Alicante (1.278), la Universitat de València (1.268, un número relativamente bajo si se tiene en cuenta que es la que tiene más alumnos), la Jaume I de Castellón (1.014), y la Miguel Hernández de Elche (352). En los cinco casos, el informe utiliza datos del curso académico 2006-2007.

Llegado este punto hay que aclarar que abandonar no significa dejar la universidad: en bastantes casos se trata de personas que dejan una titulación para matricularse en otra. Fuentes de la Politécnica indican que, en su caso, no es raro que un alumno empiece una ingeniería y se pase después a su equivalente técnica (más corta), o a la inversa. Tampoco es extraño que el volumen de abandono sea tan alto en esta universidad: las otras dos grandes politécnicas españolas (Madrid y Barcelona) registran números aún mayores; imparten carreras normalmente más exigentes y largas que la media.

Entre las mejoras que ha introducido la reforma del sistema para adaptarlo al Espacio Europeo de Educación Superior (el mismo que estos días critican cientos de alumnos, que continúan con sus encierros en la Universitat de València) hay una importante. Los estudiantes que decidan cambiar de carrera una vez terminado el primer curso, podrán convalidar todos los créditos aprobados por los equivalentes de su nueva titulación. "Así se evitará que pierdan un año como ocurre ahora", señala Antonio Ariño, vicerrector de Convergencia de la Universitat de València.

Ese reciclaje tiene ciertos límites: no se aplicara si se pasa, por ejemplo, de Física a Derecho. Sólo cuando el alumno se mueva entre carreras de la misma área de conocimiento (Humanidades, Sociales y Jurídicas, Salud, Técnicas, Experimentales). La convalidación podrá hacerse automáticamente, porque así lo establece un decreto. Para que tuviera todo el sentido, sin embargo, convendría que los responsables de las titulaciones se esforzaran por hacer lo más cercanos posibles los primeros cursos de las carreras. Respecto a su área de conocimiento y, sobre todo, respecto a las que son de por sí más cercanas.

Lamentablemente, eso no siempre está ocurriendo: Comunicación Audiovisual y Periodismo, por ejemplo, que hasta ahora comparten buena parte de sus primeros cursos en la Universitat, han presentado sendas propuestas de nuevas carreras que buscan una separación casi total.