"La industria ha sido la gran olvidada de esta última década"

La industria representaba el 20% del PIB en la Comunidad Valenciana en 2001. El año pasado suponía el 15%. Esa disminución, sin embargo, no supone el entierro de la industria valenciana, según razonó ayer en Valencia el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, sino el reflejo de unos años en los que el sector inmobiliario "creció de una forma exagerada".

González, que realizó una encendida defensa de la industria en el marco de la presentación del libro Presente y futuro de la industria en la Comunidad Valenciana, editado por el Colegio de Ingenieros Industriales, admitió que en esos años tuvo la sensación de "predicar en el desierto" ante las voces que clamaban que el futuro estaba en los servicios y el turismo, algo que desde su punto de vista "no tenía sentido". "La industria ha sido la gran olvidada de esta última década", denunció, "algo residual con tendencia a desaparecer".

Entre los argumentos que esgrimió para resaltar su importancia, apuntó que todos los países punteros del mundo (Estados Unidos, Alemania, Japón o Francia) tienen una industria poderosa. También, que genera riqueza y empleo "en cantidad y en calidad". González advirtió de que la industria tendría futuro si se sabe situar: "Lo que no tiene futuro es la industria que hacíamos hace 30 años". En ese sentido, subrayó que no se puede competir con China o India, países imbatibles en productos intensivos, sino fijar el objetivo en las series cortas, la personalización y el servicio.

Huyendo de la definición "sectores tradicionales", el presidente de la CEV señaló como industria con futuro la producida por los "sectores consolidados" (mueble, iluminación, textil, agroalimentaria, azulejo, turismo...), ya que "resulta muy difícil inventar ex novo". Según resaltó, muchas de las empresas de estos sectores son "empresas de éxito" que hacen "lo que corresponde al siglo XXI".

Entre las características comunes, destacó que estas empresas se han internacionalizado, llevando en algunos casos sus centros de producción a otros países, más cerca del mercado. González puso énfasis en que la producción sólo es una parte de la empresa, y se refirió a otras "muy importantes" como la innovación, la tecnología, la mercadotecnia, la logística o la atención al cliente, que son "las que más valor tienen en la cadena de valor".

También incidió en que son empresas innovadoras, y que la innovación debe de ser una cultura que afecta a toda la empresa y supone una acción continua y no sólo tecnológica. Otras características que puso de relieve son que practican la excelencia en el servicio y tienen la dimensión adecuada al segmento de mercado al que sirven. González anotó esta última como "el principal hándicap de las empresas valencianas" y apostó por fusiones y especializaciones. "Eso hay que solucionarlo por lo civil o por lo penal; de lo contrario siempre bailaremos al son que toquen otros que, además, cambian de ritmo cuando quieren y nos dejan con el paso cambiado", ilustró.

González apostó también por nuevos sectores como el de la logística y el sociosanitario, además del turismo, que debe abrirse a las nuevas demandas sin perder las señas de identidad, el agua y las energías renovables. El presidente de la CEV elogió el libro, que reúne los debates de diez mesas sectoriales, según la idea de Miguel Muñoz, y lo calificó como "libro de sabios". "Son sabios porque dicen cosas que todo el mundo entiende", ponderó.