Los sindicatos apoyan la venta de la planta de Frigo a Farggi si sirve para salvar a la plantilla

Los representantes sindicales de la fábrica de helados Frigo en Barcelona ven con buenos ojos el proyecto de Farggi, la cadena catalana de heladerías grupo de Farga, de hacerse con la factoría de la multinacional Unilever y mantener parte de la actividad industrial, si ello sirve para salvar los puestos de trabajo.

UGT de Cataluña apoyó la operación "siempre y cuando la compañía mantuviese la totalidad de la plantilla, así como las condiciones y las garantías laborales de cada uno de sus empleados", y Comisiones Obreras también ha defendido un plan industrial que mantenga el empleo.

La consejera de Trabajo, Mar Serna, se limitó ayer a señalar que "se está trabajando y pronto se podrá tener confirmación del interés de alguna empresa en comprar o quedarse con parte de la fábrica actual de Unilever".

Aval del ICF

El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) se reunió ayer para analizar la concesión de un aval para el traspaso de activos, también pediente del apoyo de otras entidades financieras privadas. El acuerdo podría formalizarse hoy mismo, según algunas fuentes conocedoras del proceso, y el precio puede rondar los 100 millones de euros.

También mañana, la plantilla de Frigo volverá a parar la producción entre las 12.00 y las 16.00 horas para mostrar su rechazo al expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por Unilever para cerrar la factoría y despedir a sus 268 trabajadores, alegando que la planta trabaja sólo al 50% de su capacidad. También habrá una marcha de protesta.

En un momento en que la industria catalana no deja de dar malas noticias sobre despidos colectivos, las manifestaciones de obreros se suceden en Cataluña. Ayer fueron los trabajadores de Pirelli -unos 500, según los sindicatos- los que tomaron las calles de Manresa para protestar contra el expediente que dejará en la calle a 280 empleados y reclamar a la multinacional italiana el plan de viabilidad prometido.

"La empresa todavía no ha presentado este plan de viabilidad", ha dicho el alcalde de Manresa, Josep Camprubí, quien se siente "decepcionado con Pirelli ya que esta ciudad, este territorio y los trabajadores han aportado mucho a la empresa en estos 75 años" de implantación en la ciudad.