Flexibilización e indemnizaciones

Al mismo tiempo que el señor Díaz Ferrán defiende las medidas propuestas por los empresarios para flexibilizar el mercado de trabajo (Cartas al Director del 23 de octubre), se conoce que la CEOE indemniza a Jiménez Aguilar con 1,9 millones de euros. Sostiene el presidente de la patronal que el abaratamiento de los despidos tiene efectos beneficiosos para la creación de empleo, sobre todo de carácter indefinido, reduciendo la temporalidad.

Se entiende la propuesta a la vista de la indemnización que ha recibido el que fue secretario general de la CEOE durante 23 años, que ha sido posible al haberse cambiado el concepto de cese por el de despido; el desvanecimiento que sufrió Jiménez Aguilar no permitió que la junta general aprobara su cese dejando una puerta abierta al acuerdo.

Más allá de la perplejidad o del escándalo que puede provocar la historieta, conviene entender que, al fin y al cabo, se trata de dar una "salida honorable" a una de las piezas clave de las políticas de concertación con los Gobiernos del partido socialista y del PP.

Sin embargo, asumidos los indudables efectos benéficos del diálogo social para la organización empresarial, cabe preguntarse por los detalles del cálculo de esa indemnización por despido. Si para el cómputo se han aplicado los 45 días por año trabajado, resulta que Jiménez Aguilar tenía un salario de consejero delegado de entidad financiera.

Si no fuera así, tranquilos. La sensibilidad empresarial demostrada asegura que la patronal está dispuesta a buscar "salidas honorables" para los trabajadores que pierdan su puesto de trabajo. Eso sí, sólo si se desvanecen embargados por la emoción del momento. Tomemos nota.- Alejandro García García. Madrid.

Puntualización de la SGAE

Desde 1987, la Sociedad General de Autores y Editores es auditada anualmente y sus cuentas remitidas al Ministerio de Cultura, así como publicadas en los correspondientes informes de gestión anuales, a los que cualquier ciudadano puede acceder a través de nuestra página web (www.sgae.es), en la que se cuelgan una vez son aprobadas por la asamblea de socios.

Sorprende, pues, que en su edición del lunes EL PAÍS publique un artículo, La Administración y sus altos secretos, en el que su redactora realiza una afirmación gratuita que más parece destinada a dañar y causar un perjuicio a la imagen de la SGAE que a informar a los lectores: "Aunque tratándose de la SGAE, organismo poco dado a la transparencia de sus cuentas, bien pudieran considerarse tales informes como top secret".

Bastaba a la periodista con haberse puesto en contacto con nosotros, siguiendo las normas de deontología profesional, para evitar una aseveración de este tipo.

Eduardo Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE. Madrid