López quiere "reconstruir" el pacto estatutario y ampliar al autogobierno

Los socialistas vascos aprovecharon ayer el 29º aniversario de la aprobación del Estatuto de Gernika para relanzar su mensaje en favor de la actualización de su letra y de la "reconstrucción del pacto estatutario", su alma. Un pacto que ha constituido a Euskadi como "comunidad política" durante todos estos años.

Delante de la foto histórica del Consejo General Vasco con Juan de Ajuriaguerra (PNV) y el lehendakari, Ramón Rubial (PSE), el candidato a lehendakari Patxi López se comprometió a convocar a todos los partidos democráticos, nada más llegar a Ajuria Enea, para abordar una reforma estatutaria desde el consenso.

La reforma debería ser avalada por la sociedad vasca en un referéndum

El líder de los socialistas vascos hace tiempo que ha perdido el miedo a usar el lenguaje que habitualmente emplean los nacionalistas. Ayer lo volvió a demostrar en la explanada del Guggenheim, símbolo de la modernidad vasca, al reivindicar "nuestra capacidad de consulta" o "el derecho a decidir" dentro de los ámbitos "de nuestra vida política, económica, social y cultural".

El candidato del PSE a la presidencia se atrevió incluso con la palabra tótem del lehendakari y los nacionalistas: la consulta. López se comprometió a "poner el Estatuto al día" y a "hacer factible" la "consulta a la ciudadanía en aquellas materias que son de nuestra competencia". Claro que con dos ingredientes básicos, los mismos que emplearon los nacionalistas y socialistas para alumbar el Estatuto de 1936 y el de 1979: "consenso y legalidad".

La reforma estatutaria que los socialistas quieren abordar y que ayer esbozó su candidato, implica una actualización en profundidad del vigente marco estatutario. Incluso con el objetivo de quitar determinadas banderas en las que los nacionalistas se han hecho fuertes en la última legislatura. Con todo, Patxi López advirtió al resto de partidos de que los socialistas "no partimos de cero" y que estos 29 años de Estatuto han "aportado progreso y modernidad". Aprovechó para censurar, sin citarle personalmente, los planes soberanistas de Juan José Ibarretxe y de su Ejecutivo. "Los socialistas seguimos en el Estatuto, otros proponen abandonarlo sin decir claramente adónde quieren llevar a esta sociedad", dijo.

La reforma del texto estatutarios que los socialistas proponen tendrá a la "ciudadanía" como fuente principal de los derechos de los residentes en Euskadi y de su igualdad política y social. El PSE propone, además, establecer las fórmulas para que se transfieran las competencias pendientes (36 en total) que se acuerden y zanjar así "la discusión interesada y mal planteada por el Gobierno tripartito sobre nuestra capacidad de decidir", apuntó, entre los aplausos de los asistentes. De hecho, López salió ayer al paso del discurso que llega desde Ajuria Enea con el que se acusa a los socialistas de incumplir el Estatuto de Gernika. "Nos acusan los mismos que lo han venido deslegitimando sistemáticamente en todos estos años. Los que lo han gestionado durante muchos años y ahora, para ocultar sus propios fracasos, nos quieren convencer de que Euskadi es un campo de concentración rodeado de alambradas", en lo que fue otra andanada sin nombre dirigida a Ibarretxe.

El líder de los socialistas recuperó también el discurso más vasquista de su formación ante la atenta mirada del ex consejero peneuvista Joseba Arregi; del presidente del Senado, Javier Rojo, y con la plana mayor del PSE. Se refirió a los "recursos extraordinarios" que tiene la Constitución y el Estatuto, en alusión a "los derechos históricos", que citó expresamente, para actualizar el compromiso estatutario, con el que ayer se conjuró. La reforma que los socialistas quieren consensuar con todos los partidos democráticos tendría su última estación en un "referéndum confirmatorio". Para el candidato socialista, "la sociedad vasca avanza y se constituye en sujeto político sólo cuando es capaz de respetarse en sus diferencias internas y es capaz de pactar".