El viento de Marte se medirá con un 'chip' de tecnología española
Pocas veces la tecnología española ha podido ser utilizada a tantos millones de kilómetros. Nada menos que en Marte. El Grupo de Micro y Nanotecnologías de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha creado un nuevo chip fabricado en España que permitirá a un anemómetro medir el viento del planeta rojo, según informa el Ministerio de Ciencia e Innovación. El anemómetro formará parte de la estación meteorológica que llevará el vehículo de la NASA Rover Mars Science Laboratory, cuyo lanzamiento está previsto para el otoño de 2009.
Esta fecha de partida ha sido confirmada recientemente por la NASA tras evaluar la situación del proyecto, que está sufriendo algunas dificultades técnicas y, sobre todo, de sobrecoste: arrancó en 2006 con un presupuesto de 300 millones de dólares y ya supera los 1.900 millones.
La estación meteorológica REMS en la que participan los españoles medirá la temperatura del aire y del suelo, la presión atmosférica, la radiación ultravioleta y la humedad, así como la velocidad y dirección del viento. El chip desarrollado es más eficiente energéticamente que los existentes hasta ahora, según explicó Luis Castañer, coordinador del equipo.
Para medir el viento, este sistema se basa en el principio físico conocido como anemometría por punto caliente. La técnica tradicional de hacerlo es calentando un hilo, el aire lo refrigera haciendo variar su temperatura y esto permite establecer relaciones con la velocidad del aire, recuerda Castañer. El chip no utiliza un hilo como punto caliente, sino un dado de silicio calentado por una fina película superpuesta y que actúa como resistencia para calentar, explica el científico. Cada dado de silicio, de 1,5 milímetros de lado, incorpora tres elementos de platino sensibles a la temperatura.
El grupo español ha patentado un sistema que permite averiguar la magnitud del viento y su dirección en un plano utilizando cuatro chips colocados sobre una placa en dicho plano, tomando como referencia la temperatura ambiente que mide con un quinto chip idéntico a los otros cuatro. Esta metodología mide la velocidad del viento en dos dimensiones; colocando más placas es posible deducir la velocidad en tres dimensiones. La estación meteorológica REMS incorpora seis sensores de viento con cinco chips cada uno. El trabajo de desarrollo del dispositivo lo ha publicado la revista Planetary and Space Science.
El grupo de la UPC ha fabricado los chips en su sala blanca, con la colaboración del Centro de Astrobiología, EADS Astrium Crisa y el Centro Nacional de Microelectrónica de Barcelona. Actualmente se realiza la validación de los instrumentos de la estación bajo la supervisión del Jet Propulsion Laboratory de California (EE UU). No son estrellas de Hollywood, pero los creadores españoles no han dejado la oportunidad de grabar su nombre en las entrañas del chip.
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