_
_
_
_
_

La Xunta retrasa ampliar zonas protegidas para suavizar restricciones

Galicia es la autonomía con menor porcentaje de territorio en la Red Natura

Sonia Vizoso

La autonomía más verde de España, admirada y visitada por su patrimonio natural, está a la cola en la cantidad de espacios protegidos por la Red Natura, diseñada por la Unión Europea para salvar la biodiversidad del continente. Sólo el 12% del territorio gallego disfruta de este blindaje, una cifra que únicamente es inferior en Melilla. El bipartito prometió elevar el porcentaje hasta el 18% para equipararlo, al menos, al de otras comunidades del norte como Asturias y el País Vasco, pero con la legislatura dando los últimos coletazos la ampliación no ha pasado de ser un proyecto, mientras las infraestructuras, los parques eólicos y las industrias avanzan por el territorio.

La Consellería de Medio Ambiente esgrime que el retraso se debe a la necesidad de realizar ciertos cambios en la normativa. El departamento de Manuel Vázquez prepara una adaptación de la ley gallega de biodiversidad a la norma estatal para que las restricciones no sean iguales en todas las áreas declaradas Red Natura. Vázquez quiere graduar las limitaciones, incluidas las urbanísticas, para que no todos los espacios estén sometidos a las prohibiciones más duras, explican fuentes de Medio Ambiente.

El Gobierno impulsa infraestructuras sin aprobar los nuevos espacios preservados

Hasta que esta modificación legislativa no esté lista, no se ampliará la lista de parajes preservados como Red Natura. La consellería prevé iniciar la tramitación de la ley gallega en esta legislatura, pero no da garantías de que la posterior protección de más espacios se apruebe antes de las elecciones de 2009. Sin haber definido las zonas que merecen ser preservadas, la Xunta está a punto de fallar un concurso para autorizar nuevos parques eólicos, ha aprobado un plan para levantar 24 piscifactorías a pie de costa y sigue construyendo infraestructuras.

"Los políticos en Galicia aún no han asimilado el concepto de desarrollo sostenible", lamenta Javier Montalvo, profesor de Ecología en la Universidad de Vigo. "Hay miedo a anteponer la Red Natura, el instrumento más valioso de la UE para conservar el patrimonio natural". Este investigador especializado en la restauración ecológica de espacios degradados subraya que la ampliación de la Red Natura es "urgente" porque Galicia lleva años sufriendo "la tiranía acumulativa de las pequeñas decisiones". En los últimos veinte años la naturaleza del país ha sufrido una transformación radical, explica Montalvo, y en una década la ocupación del suelo se ha incrementado "un 500%".

El retraso en la ampliación de la Red Natura distorsiona los estudios de impacto ambiental de infraestructuras en marcha. El caso más claro es el de la autovía A-76, que une Ourense y Ponferrada. Adega ha presentado alegaciones al proyecto porque, entre otras cosas, provoca "daños graves" en un área ubicada entre el Alto da Guítara y Os Peares que, según el colectivo ecologista, está incluida en los espacios que la Consellería de Medio Ambiente pretende proteger.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La lista de parajes que el bipartito tiene previsto declarar Red Natura ha pasado a ser, sin embargo, una incógnita. El conselleiro Manuel Vázquez anunció desde el principio su propósito de acabar con la histórica desprotección que sufre el patrimonio natural gallego. Un año después de tomar posesión, el socialista había perfilado ya un documento para que Galicia dejara de ser la autonomía con menos espacios protegidos. La propuesta, que en el verano de 2007 ya estaba encima de la mesa del Consello Galego do Medio Ambiente, preservaba casi el 20% de la superficie para alcanzar la media española. La Xunta cifraba en 230.000 hectáreas los espacios que se añadían al listado de la Red Natura. Algo más de un año despúes ya se sabe que ese borrador ha cambiado para dejar hueco a la industria. Medio Ambiente ha retirado la punta de Laxe Brava, un paraje de Ribeira en el que se ha preferido levantar una gran piscifactoría.

Parque eólico en la Serra do Xistral, en la provincia de Lugo.
Parque eólico en la Serra do Xistral, en la provincia de Lugo.XOSÉ MARRA

Una red agujereada

Galicia tiene en la actualidad casi 350.000 hectáreas de su territorio catalogadas como Red Natura, un listado de espacios naturales de toda la UE que, a propuesta de los gobiernos autónomos y según criterios científicos, deben recibir cuidados especiales para garantizar la conservación de hábitats y especies. Este archivo registra Zonas de Especial Protección para las Aves (Zepas) y Lugares de Importancia Comunitaria (LIC). Frente al 12% de territorio protegido de Galicia, las comunidades con más espacios son Madrid (40%), Canarias (38%), La Rioja (33%), Cataluña (29%) y Andalucía (28%).

Ni siquiera los pocos espacios que se benefician de esta protección están recibiendo los cuidados que propugna la directiva europea. Aunque en estas áreas la Administración está obligada a tomar medidas para evitar el deterioro de los hábitats y evitar alteraciones que afecten a las especies que allí viven, en Galicia se han autorizado en la Red Natura aerogeneradores, minicentrales y piscifactorías.

Al menos medio centenar de parques eólicos (la tercera parte de los autorizados desde 1996 por los gobiernos del PP) ocupan enclaves protegidos. Las zonas más dañadas son la Serra do Xistral, la Costa Ártabra, la Serra do Careón, la Serra do Cando, el Monte Pindo, las Fragas do Eume, Xubia-Castro, Serra do Candán, Monte Maior y Monte Faro.

El bipartito ha prohibido por ley la instalación de molinos en Red Natura, aunque es posible que las ubicaciones de los nuevos aerogeneradores, que dependen de la Consellería de Industria, se decidan antes de que Medio Ambiente apruebe la ampliación de los espacios protegidos.

"Los espacios de la Red Natura se están degradando igual que los que no lo son", lamenta Javier Montalvo. Este profesor de Ecología explica que no son sólo las industrias las que destruyen estos parajes y denuncia que hay bosques de ribera junto a ríos protegidos que sufren el ataque de especies invasoras porque a su lado se plantan eucaliptos sin control.

Este es uno de los problemas que sufre la Fraga del Eume, en A Coruña, el "bosque costero mejor conservado de Europa". La Fundación Matrix, que preside Montalvo, abrió este verano una campaña para captar donaciones y crear un fondo con el que restaurar las fragas. "La calidad ambiental de Galicia es alta, pero se está degradando a marchas forzadas", alerta Montalvo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_