La cúpula judicial se reúne con Justicia para reconducir su crisis

Tras la tempestad, casi siempre llega la calma. El encontronazo escenificado la semana pasada entre el presidente del Tribunal Superior de Justicia vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, y el máximo responsable de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, a raíz, entre otros temas, de los "fallos" de seguridad en los juzgados vascos atacados por ETA, se ha encauzado. La cúpula judicial del País Vasco, liderada por Fernando Ruiz Piñeiro, y una delegación del Departamento de Justicia, encabezada por el viceconsejero de Justicia, Josu Sagasti, mantuvieron el miércoles pasado un encuentro secreto para zanjar una polémica alimentada públicamente por ambas partes. "La reunión ha sido positiva y el clima de la misma ha ayudado a reconducir la situación", aseguraron fuentes conocedoras del encuentro, que ambas partes acordaron no hacer público.

Los jueces piden al departamento de Azkarraga que se coordine con Balza

Las críticas vertidas por Piñeiro tras el ataque de ETA con una mochila bomba al juzgado de Tolosa el pasado 4 de octubre -en ellas manifestó que "algo falla" cuando los etarras pueden atentar con tanta facilidad contra los edificios judiciales- espolearon una respuesta del consejero en un tono de censura muy similar. En el acto de apertura del año judicial, celebrado en Bilbao la pasada semana, Azkarraga criticó las palabras de Piñeiro. Y, además, afeó la conducta del presidente del Superior por no haber acudido al juzgado de Tolosa para mostrar su solidaridad al personal del mismo afectado por el atentado. Azkarraga llegó a visitar en dos ocasiones la sede destrozada por efecto de los casi 10 kilos de amonal colocados por los terroristas en una mochila.

"En la reunión no hubo reproches de ningún tipo", añaden las mismas fuentes, que explicaron a este periódico que la delegación de Justicia "bajó al detalle" de cómo se gasta el presupuesto anual para la protección de sedes judiciales. El departamento recordó, además, que la seguridad de los juzgados de paz es competencia de los ayuntamientos. Alguno como el de Sestao, atacado por ETA el pasado 16 de diciembre de 2007, está pendiente de reconstruir. Las obras, por valor de 113.000 euros, estarán acabadas en abril próximo y las pagará Justicia.

La delegación de los jueces vascos estaba formada por el presidente del Tribunal Superior; el presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo, Juan Luis Ibarra; el magistrado Antonio García y el juez decano de Bilbao, Alfonso González Guija. En el lado de Justicia, además del viceconsejero Sagasti, acudieron dos directores del departamento que dirige Joseba Azkarraga. El consejero no participó en la reunión, celebrada en la capital vizcaína, que había sido solicitada el viernes pasado con carácter de urgencia por la Sala de Gobierno del Superior.

Tras la explicación por parte de Justicia de los servicios de seguridad desplegados en el interior de los juzgados, los magistrados pidieron expresamente al departamento que "se coordine" con la consejería de Interior para que por medio de contravigilancias en las sede judiciales los terroristas no puedan atacarlas "con tanta facilidad como hemos visto todos en los vídeos", indican fuentes conocedoras de la reunión.

La mejora de la seguridad de los edificios judiciales costó casi cuatro millones de euros en 2002, justo el año en el que los juzgados empezaron a tener vigilancia las 24 horas del día. En 2003 fueron ya seis millones y la dotación ha seguido creciendo.