Montserrat Comas / MANUEL ESCALERA
"Un juez no puede vivir en un cubo de cristal"
Cuando llega, apenas le quedan dos horas como vocal del Consejo General del Poder Judicial. Es el momento de las despedidas y Montserrat Comas (Barcelona, 1953) ha dicho adiós esta mañana a todo lo que la ha rodeado en los últimos siete años. Adiós al Observatorio de Violencia de Género que presidía, a la comisión disciplinaria -donde quedó muy contrariada por la multa de 1.500 euros que se impuso al juez que no encarceló al pederasta del caso Mari Luz-, al resto de miembros y trabajadores del órgano de gobierno de los jueces, a Madrid, una ciudad que, asegura, la ha acogido como una más...