Cruce de acusaciones entre las administraciones por las riadas

Tras las últimas lluvias, las instituciones se acusan mutuamente: Coslada y San Fernando culpan a las obras de urbanización de El Cañaveral en Madrid, que vertirían a través del colector de la M-45 hacia Coslada. El Ayuntamiento de la capital lo niega y asegura que las aguas no fluyen en ese sentido, sino en el contrario. San Fernando defiende que el colector supramunicipal del Canal de Isabel II se satura con las lluvias torrenciales, y pide al Gobierno regional que duplique su tamaño. Esperanza Aguirre, por su parte, cree que fueron las "modificaciones orográficas" las que causaron las riadas. Y entre acusación y acusación, los vecinos continúan embarrados, cansados e insomnes, temblando cada vez que el cielo descarga sobre sus casas.

"No sé para qué limpio", comenta resignada una vecina de Coslada

Porque el limo sigue presente en las calles. "Yo ya no sé para qué limpio, si en tres días va a estar todo de barro hasta arriba", suspiraba Ángeles, cubo en mano, mientras limpiaba la entrada de su casa en la avenida de Vicálvaro de Coslada. A su alrededor, en cada puerta ha crecido un dique. Ladrillos, sacos de arena, tablones... Todo en previsión de más lluvias.

La jornada de limpieza general continuaba también en San Fernando de Henares. El alcalde del municipio, Julio Setién, explicó que el agua rebosa de los colectores de San Fernando y Coslada porque el colector supramunicipal no da abasto. Y en Rivas, algunos vecinos de la calle de Bernardo Atxaga encontraban la catástrofe a su regreso tras el fin de semana. Llegaron a casa y se encontraron las paredes arrancadas de cuajo, los coches empantanados y las bicicletas y electrodomésticos aglutinados por el lodo. También son viviendas situadas en una vaguada, entre cerros. Están separadas de la zona más baja por muros, que sirvieron de contención e hicieron que el agua se estancara hasta que el nivel superó el de las viviendas.

El alcalde de Rivas, José Masa, exige a Fomento que comiencen las obras de conexión del municipio con la M-50 para evitar que se convierta en una ratonera por las lluvias.

Los alcaldes de los municipios afectados y el consejero de Justicia e Interior, Francisco Granados, se reunieron ayer en la capital para buscar soluciones. Granados anunció que solicitarán el estudio de la situación a una empresa independiente que determine las causas de las riadas y ayude a esclarecer responsabilidades.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, esgrime varios informes técnicos en los que se descarga de la culpa de la inundación de Coslada. Uno de estos estudios, elaborado por la empresa Typsa, sostiene que "las obras de drenaje de la M-45 han funcionado adecuadamente". La concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez, señaló a la reciente pavimentación de la Cañada Real Galiana como uno de los factores desencadenantes del suceso. Esa misma causa es defendida por los ingenieros de Typsa y por otros dos informes elaborados por técnicos municipales.

Los vecinos de Coslada habían avisado del riesgo de nuevas inundaciones