PSOE y PP elevan el tono de la gresca antes de reunirse

Los prolegómenos de la reunión, aún sin fecha, entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, transcurren por un sendero abrupto y con una guerra de declaraciones de tono muy alto. El PP acusa al PSOE de insultar, en especial su vicesecretario general, José Blanco. Los socialistas lanzan un reproche también duro: el PP, dicen, siembra la desconfianza en la sociedad y en los inversores sobre la supuesta fortaleza del sistema financiero español.

El último episodio se sitúa en Melilla el pasado domingo. Allí, en la clausura del congreso de su partido en la ciudad autónoma, Blanco acusó a Rajoy "de generar desconfianza". Este reproche lo remató con una frase que ha irritado profundamente al PP: "A Rajoy le importa un bledo que se derrumbe el sistema financiero español con tal de quedarse con el solar".

Ese enfado dominó la reunión matutina de los lunes de la dirección del PP: "Ese tipo, Pepiño Blanco, es un minidemócrata, un demócrata de pacotilla", respondió el portavoz del PP, Esteban González Pons. "A Pepiño le gustaría ser Alfonso Guerra, pero le faltan lecturas y sensibilidad social", remató. En el PP se preguntan si Zapatero realmente quiere tener una reunión con contenido y con voluntad de acuerdo con Rajoy cuando envía a este "escudero" a insultar a su líder y a su partido. "A ese señor le molesta que exista la oposición", culminó.

González Pons no sólo se concentró en las descalificaciones de Blanco. También dibujó un panorama muy sombrío, en especial por el aumento del paro, y en tono claramente dramatizado llegó a decir: "Hay un parado nuevo cada 20 segundos. Estamos viviendo una crisis económica pero estamos a punto de vivir una crisis social".

La dureza de la réplica de González Pons se produjo cuando la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, había terminado su conferencia de prensa, por lo que no pudo responderle. Pasaron las horas y a media tarde en el PSOE decidieron que González Pons merecía una réplica. Según Mar Moreno, responsable federal de Política Institucional y Autonómica, el portavoz del PP "torpedea la reunión de Zapatero con Rajoy".

Esta portavoz decidió contratacar y rescató declaraciones de apariencia contradictoria del portavoz de economía del PP, Cristóbal Montoro. El pasado 2 de septiembre, este dirigente consideró "inoportuna" aumentar la cuantía del fondo de garantía de depósitos. Anteayer, Montoro propuso reforzarlo con 30.000 millones de euros.

Los populares contestan con sus propias críticas, en un ambiente nada propicio para el acuerdo. Destacan especialmente que el Ejecutivo diga que quiere un acuerdo con el PP cuando ni siquiera está dispuesto -según le dijo el vicepresidente Pedro Solbes a Montoro el pasado viernes- a discutir los Presupuestos, uno de los ejes, para los populares, de la política económica.

En cualquier caso, a pesar de que hay margen para algunos acuerdos sobre políticas a corto plazo para estabilizar el sistema financiero, parece evidente que los dos partidos viven su propia lucha por la opinión pública. Al PP le preocupa que cale la idea de que ellos no proponen alternativas -creen que es el Ejecutivo el que debe llevar la iniciativa- y al PSOE le inquieta que se instale la idea de que el Gobierno "no hace nada". Y en esa batalla van a seguir los dos partidos los próximos días.