A golpe de 'revival'
Un local pequeño, lleno a rebosar, con dos barras, una a cada extremo, donde la gente se agolpa para hacerse con un cubata. Hay clientes que se desesperan por aguardar tanto. Pese a todo esto, a partir de las tres de la madrugada siempre está a tope. ¿Qué tiene, pues, el local? Buen rollo: se respira en el ambiente, en la expresión de la gente, y en una ciudad cuya vida nocturna es cada vez más anodina y previsible por ordenanza, no es poco.
Arena es ya casi un imperio en Barcelona. El grupo tiene varios bares y discotecas en la ciudad, sobre todo para un público gay. Pero hay de todo, y tal vez fue el primer grupo en predicar con la mezcla, con la etiqueta heterofriendly. La Classic es, con diferencia, la sala más divertida de Arena. Se puede quemar la pista con Massiel y seguir con Raffaella Carrá. El clímax, sin embargo, llega con el mítico Hoy puede ser mi gran noche de Raphael. A partir de ahí, grandes hits de siempre: Paloma San Basilio, Alaska, Miguel Bosé...
La disco es otra imprescindible en las guías de Barcelona. No cuesta hallar turistas o erasmus. Pero la principal diferencia de la Classic es la edad del público, algo superior a la del resto de discotecas del grupo. Sin embargo, no es mala idea rematar la noche en la sala VIP, la de Gran Via. Allí los hits son todavía más sonados, aunque ya para quien tenga el hígado en condiciones para terminar la noche con más revival, pero del auténtico: con Xuxa o la sintonía de la Abeja Maya o Marco.
- Lo más. El buen rollo. - Lo menos. Son especialmente molestas las colas en el guardarropa en invierno. - Dirección. Arena Classic. Diputació, 233. Barcelona
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