A Coruña amplía su distancia sobre Vigo como primer área empresarial

La comarca de A Coruña es la primera de Galicia en generación de empleo y riqueza. Y los nuevos datos reflejan que la brecha se amplía un poco más sobre Vigo, la segunda mejor posicionada. Esta es una de las múltiples lecturas que se pueden hacer del informe Ardán, elaborado por la Zona Franca de Vigo, que este año incorpora nuevos indicadores de competitividad.

Vigo tiene más población, un mayor número de empresas y es una ciudad más exportadora. Pero el valor añadido bruto (VAB, que mide la riqueza generada), en A Coruña crece casi tres veces más rápido (se elevó un 14% entre los años 2004 y 2006 frente a un 5,7% en Vigo). La comarca coruñesa es la primera en facturación, empresas de alto rendimiento, alta productividad y en tener las sociedades mejor gestionadas de Galicia. Vigo demuestra su empuje con más empresas "gacela" (aquellas cuya facturación crece más rápido) y con un mayor número de certificaciones de calidad.

El poder de la economía privada del norte se centra en el sector textil y de construcción, ambos dominados por el grupo Inditex, Dragados, FCC y Fadesa, (los datos se refieren al año 2006). Esto hace que la zona que vio nacer a Zara genere el 34,3% del VAB de toda la Comunidad Autónoma frente al 22,8% de Vigo y el 5,76% de Santiago, la tercera en la clasificación.

Si se suman los datos de las empresas con sede en las áreas de Pontevedra, Ourense, Ferrol, Lugo y O Salnés, entre todas son las responsables del 80% del valor añadido y de ocho de cada diez euros facturados.

En Vigo y Pontevedra los sectores de la automoción y la construcción de buques destacan sobre el resto. La pujanza de Lugo se centra en la construcción, el transporte y la maquinaria, mientras que Ourense contribuye con extracción de pizarra, productos textiles y servicios eléctricos. El estudio se realiza sobre una muestra de 15.315 empresas (excluyendo a la banca y al sector público) con ingresos superiores a 60.000 euros en 2006 y con sede social en Galicia.

Más allá del reparto territorial, el Ardán apunta que, en los años del auge económico, las empresas vinculadas a la fabricación y construcción generaban la mitad de la riqueza total de la muestra analizada. Contratistas y promotores de obras, además de la industria textil, figuran por delante de los fabricantes de automóviles e industria auxiliar, el transporte de mercancías o la construcción naval. La crisis del ladrillo, escenificada en Galicia por la suspensión de pagos presentada por Fadesa, seguramente hará cambiar este panorama en los próximos años.

En la parte más positiva hay datos que dan pistas sobre fortalezas del tejido empresarial gallego. El informe aprecia un esfuerzo de las pymes en desarrollar productos y servicios más atractivos. En una encuesta realizada a 272 empresas representativas, se pone de manifiesto que el 46% realiza actividades de I+D+i, en especial para introducir cambios tecnológicos que mejoren sus procesos. La productividad es un valor competitivo que mejora en seis de cada diez casos.

En cuanto a los factores más críticos o los que tienen mayor margen de mejora se encuentra el nivel de ingresos, que crece poco, a un ritmo del 6%. El crecimiento del empleo empieza a flaquear ya en el 2006, y se detecta una inadecuada estructura financiera, con un peso excesivo de la deuda a corto plazo. Pese a la mejora de la productividad por trabajador, empeora la eficiencia económica.