El Gobierno valenciano, a la caza de los disidentes
La Consejería de Educación valenciana ha movilizado a los 133 inspectores de que dispone para que controlen a los profesores y directores de instituto disidentes con la normativa que obliga a impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía en inglés.
La orden, firmada por la jefa de los Servicios Centrales de la Inspección Educativa, Susana Sorribes, ha generado tensiones entre los inspectores, algunos de los cuales mostraron su malestar por unas instrucciones que consideraron "inéditas", y que les provocaban "vergüenza ajena". La asignatura Education for Citizenship and Human Rights, como la denomina oficialmente la consejería, debe impartirse en inglés en las 2.120 aulas de 2º de ESO de la Comunidad Valenciana.
El "método" que utilizan los inspectores para controlar que los institutos siguen fielmente las directrices consiste en que uno de sus miembros -"siguiendo órdenes de la superioridad", subraya Jesús Herreros, director del IES Enric Valor de Picanya- llame todos los días por teléfono y se persone en el centro varias veces a la semana para preguntar por el funcionamiento de la asignatura y constatar que haya dos profesores por aula: el que da la asignatura y el que la destraduce al inglés.
Cumplimiento estricto
Esta obsesión por el cumplimiento estricto de la normativa hace aún más notable las deficiencias existentes en otras materias. El director del Enric Valor recordaba ayer mismo que en su centro faltan tres profesores de Matemáticas que se encuentran de baja por enfermedad y, sin embargo, a estas alturas del curso, la consejería no le ha mandado ningún sustituto.
Educación para la Ciudadanía, pese a contar con toda clase de apoyos oficiales, también tiene problemas para impartirse de acuerdo con la normativa. Hasta 30 centros no pueden ofrecerla en inglés porque los "profesores-itinerantes" que deben oficiar de traductores-vehiculadores, según la jerga oficial, no han aparecido. Un director de instituto manifestaba a este periódico que el martes de la semana pasada la consejería le anunció que no podía enviarle ninguno de estos docentes itinerantes. Todavía no ha podido empezar a impartir la asignatura.
Por otra parte, la ejecutiva del STEPV, sindicato de profesores mayoritario en el sector, decidió autoinculparse por animar a dar la asignatura en valenciano o castellano.
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