La crisis amenaza el compromiso de la Xunta en ayuda al desarrollo

La austeridad presupuestaria anunciada por los responsables económicos de la Xunta pone en peligro el compromiso en ayuda al desarrollo con el que PSdeG se presentó en 2005 a las elecciones. Los socialistas prometieron en su programa electoral elevar progresivamente las partidas que la Xunta destinaba a programas de cooperación internacional hasta alcanzar, al final de la legislatura, el 0,4% de los Presupuestos.

Ese objetivo es más modesto que el 0,7% que reclaman desde hace años las organizaciones no gubernamentales y que reconoce como horizonte de trabajo la vigente ley gallega de cooperación. No obstante, supera ampliamente el porcentaje que la Xunta dedicó a esta materia durante los 16 años de mandato del Partido Popular.

En los Presupuestos del presente año la ayuda a la cooperación alcanza los 12,08 millones de euros (el 0,1% del total; cuatro veces menos que lo prometido). Y para 2009 no parece que las cosas vayan a mejorar mucho: la situación económica hace "difícil" mejorar estas cifras, según fuentes de la Secretaría Xeral de Relacións Exteriores. Su titular, Julio César Fernández Mato, recuerda sin embargo que se ha producido "un salto importante".

La ayuda internacional se distribuye de acuerdo con el Plan de Cooperación 2006-2009 aprobado por unanimidad hace dos años en el Parlamento. En él se fijan lo sectores y los países prioritarios: el Caribe, centroamérica, suramérica y el África lusófona, y el agua como protagonista. Estos son algunos de los proyectos más importantes que se están llevando a cabo en la actualidad:

- Santiago de los Caballeros (República Dominicana). La Xunta trabaja en la identificación de las necesidades generadas en torno a la gestión de los residuos sólidos urbanos y en el impacto que el vertedero de Rafey provoca en esta localidad en general y el sector conocido como La Mosca (en el barrio de Cienfuegos) en particular. Los beneficiarios potenciales son 489 familias y unas 600 personas que trabajan como recicladoras en el vertedero. El programa tiene una duración de tres años y un coste total destimado de 1,5 millones de euros.

- Franja costera entre Champerico y Retalhuleu (Guatemala). El objetivo en este caso es dotar a la zona de la infraestructura necesaria que garantice la satisfacción de necesidades sociales básicas (habitabilidad, cobertura sanitaria, mejora de la calidad educativa y soberanía alimentaria). La población afectada ronda las 20.000 personas. El programa durará al menos cuatro años y tiene un coste estimado de 7,7 millones.

- Centroamérica (Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá). El programa pretende contribuir al uso adecuado y sostenible de los recursos de las pesca y los productos de la acuicultura en la región poniendo remedio a las carencias formativas detectadas en toda la cadena pesquera. Los beneficiarios son funcionarios de los ámbitos legislativo e investigador de la administración pesquera centroamericana, investigadores, formadores y pescadores artesanales (cien por cada país). El programa se desarrolla desde 2006 y tiene un coste de 842.000 euros.

- Chiriaco-El Alto Marañón (Perú). En este caso la ayuda de la Xunta se focaliza sobre la población rural e indígena, la más amenazada por la exclusión social y por la extrema pobreza. En el territorio fronterizo con Ecuador, una zona de muy difícil acceso, la cooperación gallega se centró, en un primer momento, en los problemas de género, las infraestructuras y la educación básica. En estos momentos los esfuerzos se centran en un programa de desarrollo integral que incida en la información técnica, fortalezca las instituciones y mejore las condiciones de salud de la población. Del programa dependen 101 comunidades indígenas de las etnias huambisa y aguaruna, con una población total de 45.000 personas. La presencia internacional en la zona es muy escasa por la conflictividad derivada de los intereses de las grandes empresas mineras.