Macromaratón de donaciones
El SAS incia una campaña por la falta de sangre en los hospitales
A las 10.00 ya había colas. La macromaratón para donar sangre en la plaza de San Francisco, en Sevilla, comenzaba bien ayer. Las 36 camillas instaladas en un patio del S.XVI, el de la antigua Real Audiencia, estuvieron ocupadas durante todo el día. Número de donaciones al final de la jornada: 468. Sumadas a los puntos habituales de la capital: 541 en total, aunque se esperaba llegar a 1.000.
José Martín, de 56 años, se presenta como donante habitual. Recuerda que su primera vez fue en Barcelona, con 24 años, cuando encontró un autobús de extracción de sangre en la calle. En la misma fila, Enriqueta Martínez, insiste en que "todos deberíamos ser más generosos. Cuesta tan poco y ayuda tanto", reflexiona Martínez en la cola. Jorge Díaz, de 34 años, está concienciado desde que supo que, con su transfusión, había ayudado a una niña a sobrevivir.
El edificio, ubicado en la calle Chicarreros, era un hormiguero de gente entrando y saliendo. Primero, se tomaban los datos. Después, la tensión. Una firma y a la camilla. A la salida, una coca-cola para recuperar energía y unos bollitos industriales.
La doctora Elena Franco es la directora del Centro de Transfusión Sanguínea de Sevilla: "Ayudar a salvar vidas no es un eslogan, es una realidad", sentenciaba. "La donación es un pilar esencial en el sistema sanitario". Reconoce que Sevilla, está un poco por debajo de la media nacional. "Hay que intentar que las donaciones se conviertan en un acto habitual". Según Franco, la mayor demanda, se debe a que cada vez se practican más intervenciones, algunas novedosas, al envejecimiento de la sociedad y al crecimiento de la población.
Ana y Nati, vecinas y amigas, habían acudido a la cita juntas. "Todos deberíamos ayudar", coincidían con sus compañeros de cola. La Consejería de Salud movilizó a seis médicos, 20 enfermeros, ocho celadores y personal administrativo. Además, envió 15.000 cartas a los donantes registrados. "Quiero agradecer en nombre de todos los pacientes a las personas que suelen donar habitualmente y a los que hoy lo han hecho por primera vez", afirmó la directora.
Antonio López Berrio, coordinador de la campaña, se declaró "muy satisfecho". Señaló dos objetivos: Conseguir 8.000 unidades de sangre entre septiembre y diciembre y aumentar la cultura de la donación. CajaSol colaboró cediendo el edificio, sede social de la entidad. Al hospital improvisado se acercó también la consejera de Salud, María Jesús Montero, y el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo.
Durante cuatro meses, la campaña recorrerá todas las provincias andaluzas para obtener las 8.000 donaciones necesarias.
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