El eurobanco mantiene los tipos y prevé más inflación

Ni una concesión. Con la economía europea flirteando con la recesión y el petróleo aparentemente bajo control, los mercados esperaban que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el francés Jean-Claude Trichet, diera ayer alguna señal a la que agarrarse para pensar en un recorte de tipos a finales de año o en el primer trimestre de 2009. Pero se impone el poder de los halcones, la línea más antiinflacionista del BCE, que se asocia a Alemania y a la memoria del prestigioso Bundesbank. El eurobanco dejó intactos los tipos en el 4,25%, el valor máximo de los últimos siete años tras la última subida, en julio.

Europa corre el riesgo de incendiarse por la escalada de la inflación, y al mismo tiempo de congelarse ante la profunda desaceleración, con un recorte del PIB de la eurozona del 0,2% en el segundo trimestre del año. Esa situación plantea un dilema aparentemente irresoluble para los banqueros centrales. Pero no para el BCE. Trichet volvió a repetir que la brújula del eurobanco "tiene una sola aguja, la de la inflación". Y puso todo su empeño en demostrar que ésa es su única prioridad.

El BCE vaticina un crecimiento en la eurozona del 1,4% en 2008, algo inferior a los pronósticos anteriores. Y con una inflación algo superior, en torno al 3,5%, ante el riesgo de una nueva escalada de precios en la energía y los alimentos. Pero la realidad es que el petróleo ha caído unos 40 dólares desde máximos. "El retroceso del petróleo le sirve al BCE para esperar una recuperación, pero a su vez se agarra a un posible repunte del crudo para advertir de los riesgos sobre la inflación", explicó Antonio Villarroya, de Merrill Lynch en Londres.

Tras un año lleno de sobresaltos, Trichet vuelve a su tradicional discurso. "El BCE hará lo que sea necesario para mantener las expectativas de inflación ancladas, ya que su principal mandato sigue siendo la estabilidad de precios", repitió hasta la saciedad a lo largo de su comparecencia en Francfort. La amenaza de recesión, por ahora, queda en segundo plano.