Siete de cada diez empresarios dicen que la situación económica va a peor

Menos contrataciones, recorte de la inversión, más dificultades en su propio mercado y, sin embargo, confianza en cuanto al incremento de ingresos y más aún en lo que respecta a los beneficios. Ése es el dibujo, a grandes rasgos, de las expectativas empresariales gallegas para lo que resta de año, según el Barómetro elaborado por la consultora Deloitte para EL PAÍS correspondiente al segundo trimestre y en el que se trazan también las previsiones para todo el ejercicio.

Un dato sobresale de la encuesta: la unanimidad entre el empresariado gallego sobre la negativa evolución de la economía española en lo que resta de 2008. Sobre ese escenario, un 66,7% de los consultados creen que las condiciones de su propio mercado, es decir, el más próximo, empeorarán, mientras que el resto, algo más de un 33%, consideran que permanecerá sin apenas variaciones.

Con respecto a los seis primeros meses del año, son 36 de cada 100 los que optan por mantener o disminuir (un 18,2% de los consultados) sus inversiones en la segunda mitad del ejercicio. Estos registros representan un brusco cambio de tendencia en la política de las empresas gallegas, que se comprueba al analizar su evolución en el segundo trimestre del año, período durante el cual algo más de ocho de cada diez aseguraban haber incrementado los recursos destinados a nuevos proyectos.

La muestra ha sido realizada sobre empresas con entre 100 y 5.000 trabajadores, es decir, medianas y grandes, y mayoritariamente de capital gallego (85,8%). Las negativas condiciones del mercado no impiden al empresario autóctono tener confianza en sus posibilidades para lo que resta de año: el 78,6% asegura que su cifra de negocio se incrementará, porcentaje que contrasta con el 64,3% que, durante el segundo trimestre, mejoraron su facturación.

El problema es el paro

El Barómetro de Deloitte también traza el balance de lo que será el 2008 para la empresa gallega en cuento a ingresos. Prácticamente siete de cada diez consultados aseguran que cerrarán el ejercicio con un aumento de su cifra de negocio, mientras que el 30% restante cree que se mantendrá igual o incluso disminuirá (el 15,4%).

A pesar de dichas expectativas, la situación de incertidumbre macroeconómica tiene en el empleo su primera víctima. Así, para el segundo semestre del año sólo cuatro de cada diez empresarios tenían previsto incrementar sus plantillas, mientras que un 8,3% admitían abiertamente que reducirían su contingente laboral. Con respecto al 2007, refleja el Barómetro, más del 71% de los consultados aseguran que cerrarán el año sin nuevas contrataciones, frente a un 28,6% que sí lo harán.

Más complicado se presenta el panorama para las contrataciones temporales, un recurso laboral del que las empresas echan mano para asumir cargas de trabajo en determinados momentos. Para todo 2008, solamente el 23,1% de los consultados reconocen que el empleo discontinuo en sus plantillas crecerá, mientras que otro 23,1% señala que cerrarán el año con menos trabajadores temporales. Pese a esta perspectiva, en la anterior entrega del Barómetro para Galicia, publicada por EL PAÍS en julio, el porcentaje de empresas que no tenían entre sus prioridades incrementar este tipo de empleados ascendía al 40%.

En cuanto a sus plantillas globales, y con respecto a los tres primeros meses del año, la mitad de las empresas gallegas consultadas admiten haber llevado a cabo nuevas contrataciones, mientras que un 42,9% asegura que no ha recurrido a esta fórmula y el 7,1% restante ha rebajado este tipo de empleo.