Los sindicatos no logran unirse pese al aumento de accidentes

La elevada siniestralidad laboral que se registra este verano en el País Vasco, con 13 trabajadores fallecidos entre julio y agosto, no resulta argumento suficiente para unir a los sindicatos mayoritarios en torno a una estrategia común o una mesa de conversaciones, y mucho menos en público tras una pancarta.

ELA, CCOO, UGT y LAB desterraron sus diferencias en abril pasado y se manifestaron de forma conjunta por primera vez en muchos años después de que el Tribunal de Defensa de la Competencia comenzase a investigarles por su oposición a la apertura de comercios en festivos. En cambio, el repunte de la mortalidad no ha evitado que cada central siga sus propias líneas de actuación.

CCOO va a citar, en una fecha que aún debe concretar, a las otras tres centrales para convocar una gran manifestación unitaria contra la siniestralidad, y en demanda de un mayor control de las medidas de seguridad por las empresas. Es el mismo llamamiento que UGT ya hizo el pasado noviembre sin demasiado éxito, cuando se empezó a atisbar que el número de accidentes mortales en el trabajo seguía creciendo.

Ni entonces ni ahora el llamamiento va a surtir ningún efecto en ELA y LAB. Fuentes del sindicato mayoritario recalcaron ayer que no va a hacer ningún análisis público de la situación hasta que su dirección se reúna a principios de septiembre. ELA ya ha comunicado al Gobierno que no piensa acudir a la reunión convocada por el viceconsejero de Trabajo, Juan José Loroño, para el próximo 23 de septiembre, en la que los agentes sociales y la patronal Confebask analizarán medidas extraordinarias para luchar contra la siniestralidad.

Si la semana del 14 al 21 de julio concluyó con cuatro muertos en accidente, sólo el pasado martes se produjeron otros seis siniestros con dos fallecidos. Hay que retroceder hasta 2005 para encontrar un verano con 13 muertos en el tajo. Entre julio y agosto de 2002 fallecieron 17. La cifra de siniestros mortales registrados el resto de los años de esta década es inferior, según la contabilidad oficial, que excluye a los empleados de empresas cuya sede se halla fuera de Euskadi y a los autónomos que no cotizan por la contingencia de accidentes laborales.

Una veintena de delegados de ELA se concentraron a mediodía de ayer en Itsasondo para protestar por la muerte el martes de un operario en esa localidad. La concentración se registró en la misma explanada en la que falleció un trabajador de 35 años tras caerle encima un tubo de unas dos toneladas.