La Seguridad Social resiste con una mejora del superávit
La Seguridad Social se ha convertido en la envidia de todas las administraciones públicas. En un momento de apuros para cuadrar las cuentas, el sistema público de afiliación ha logrado un superávit de 12.918 millones de euros en los siete primeros meses del año. El dato, divulgado ayer por el Ministerio de Trabajo, supera incluso al registrado en el mismo periodo de 2007.
Esa resistencia a abandonar los buenos tiempos obedece a la inercia del empleo, pues las cuentas de la Seguridad Social se nutren principalmente de las cotizaciones que abonan empresarios y trabajadores. El superávit procede de la diferencia entre esos ingresos y los gastos del sistema, destinados en buena medida a las pensiones. Hasta ahora, los indicadores de empleo capean la crisis mejor que otros.
Aunque la encuesta de población activa, el mejor termómetro del mercado laboral, reveló una destrucción de empleo a principios de año, la ocupación aún sigue creciendo respecto a 2007. La afiliación a la Seguridad Social registra caídas interanuales en los dos últimos meses, pero el saldo del año aún es positivo. Además, en momentos de crisis, la primera víctima es el empleo peor remunerado, por lo que impacta menos en la recaudación. Los ingresos por cotizaciones representan el 60% de lo previsto para todo el año.
Pese a esa buena evolución de las cuentas, los gastos están creciendo a un ritmo mayor que los ingresos (9,92% frente a 8,16%), lo que hace presagiar un empeoramiento de las cifras a corto plazo. Además, la Seguridad Social advierte de que hay 1.000 millones de euros de gasto pendientes de imputación en las cuentas y que también afearán el superávit.
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